La colocación de nuevos carteles, y la reubicación de otros antiguos, impide el paso de los turistas a la lonja de O Corgo -en el Concello de O Grove-, y aunque algunos visitantes siempre se cuelan, la mayor parte dan media vuelta al llegar a la puerta y abandonan la zona portuaria con resignación, y a veces visible enfado.

Esto ha provocado importantes quejas, ya que los visitantes quieren presenciar en directo las subastas diarias, que de un tiempo a esta parte se han convertido en uno de los grandes atractivos de la localidad.

Sin embargo, la cofradía de pescadores San Martiño confirma que las obras de reforma interior, que parecían prácticamente terminadas -como se explicaba ayer-, acumulan un considerable retraso, pues estaba previsto que todo estuviera listo antes del verano y ahora se dice desde el pósito que aún queda mucho por hacer.

Tanto es así que manifiestan que "se hará todo lo posible para que las obras estén terminadas antes de la Festa do Marisco" y que en esas fechas -la primera quincena de octubre- "los turistas puedan entrar ya a la lonja".

A Cambados

Hasta entonces parece que los visitantes tendrán que conformarse con ver las actividades de descarga que se realizan en el muelle, o bien saltarse a la torera las prohibiciones y acceder igualmente a la lonja, que es algo que no todos están dispuestos a hacer.

Prueba de ello es que entre los turistas que en los últimos días se mostraron desconcertados ante la imposibilidad de pasar a la rula meca algunos decidieron desplazarse al municipio vecino de Cambados para, allí sí, presenciar de cerca las operaciones diarias de compra-venta de todo tipo de pescados, crustáceos y cefalópodos.

En la cofradía dicen coincidir en que es positivo que la actividad de la lonja sea un aliciente para los turistas, aunque quieren que las visitas se hagan de forma ordenada, para que no se entorpezca la labor de los profesionales.

700.000 euros

De ahí que se ejecutaran los trabajos de reforma de las instalaciones -con un presupuesto de 700.000 euros financiados por la Consellería do Mar-, ya que además de introducirse mejoras en el linmueble para ganar en comodidad y adaptarlo a la normativa sanitaria europea se habilitó una sala especial para que los visitantes puedan observar las subastas sin molestar.

El pasado mes de enero el entonces alcalde de O Grove, Miguel Pérez, destacaba la importancia de estas obras, tanto en lo referido a la reposición de la cubierta, para evitar humedades y filtraciones de agua, como en lo concerniente a mejoras interiores.

Las mejoras

En este sentido, "se contemplan importantes adaptaciones o reformas, como la construcción de algún nuevo departamento necesario para los servicios que allí se prestan, la adaptación de las paredes a las normativas sanitarias o la habilitación de un espacio específico para los visitantes, con el fin de que no entorpezcan la labor que llevan a cabo los profesionales del mar y los compradores", decía Pérez hace casi ocho meses, y hay que citarlo a él porque el actual regidor, José Cacabelos, sigue sin querer hablar.

Iluminación y ahorro

También pronosticaba Pérez que en O Grove "vamos a poder disponer de una de las mejores lonjas de Galicia, incluyendo en el proyecto impulsado por la Consellería do Mar todo tipo de avances desde el punto de vista de la iluminación y el ahorro energético".

Esa actuación en la red eléctrica sería alguna de las pendientes en la actualidad, según explicaron ayer desde el pósito, donde también aclararon que faltan por colocar unas barandillas en la sala de los turistas y que los trabajos estuvieron parados este mes "por vacaciones".

Insisten en el pósito meco en que mientras no se acaben las obras "no puede permitirse el paso de los visitantes", y terminan insistiendo en que quizás todo esté finalizado en octubre.