Las biotoxinas marinas, que no deben preocupar al consumidor si el producto es adquirido por los cauces reglamentarios, ya que solo así se garantiza su calidad, mantiene su progresiva regresión en las rías gallegas. Esto hace que de las aproximadamente 3.300 bateas fondeadas y utilizables en la comunidad autónoma únicamente permanezcan cerradas alrededor de medio millar.

Es por ello que la campaña de verano funciona a pleno rendimiento, pues como se avanzaba hace días, los pedidos de depuradoras, cocederos y conserveras se han multiplicado.

El ritmo de descarga es frenético, sobre todo en los muelles de Porto Meloxo (O Grove), Cambados, Vilaxoán (Vilagarcía), Redondela, Portonovo, Cangas y otros considerados importantes para el "oro negro" de las rías.

Ajetreo

En sus dársenas no dejan de entrar y salir barcos que hacen el trayecto entre el puerto y las bateas, al igual que es incesante la entrada y salida de camiones en las diferentes zonas portuarias para recoger y trasladar el molusco hacia las depuradoras -mercado de fresco- o a las industrias transformadoras.

Se trata, en síntesis, de un momento muy favorable para el sector, que de este modo puede aprovechar al máximo la campaña estival.

Excepciones

Aunque lógicamente el momento dulce que atraviesa la mitilicultura gallega tiene algunos inconvenientes, como bien saben aquellos que tienen sus bateas fondeadas en las rías de Muros-Noia, donde hay 118 viveros y están todos cerrados por biotoxinas, o en la ría de Pontevedra, donde a pesar de disponer de tres polígonos abiertos (los de Portonovo) continúan otros cinco cerrados.

En la ría de Vigo, por su parte, hay medio millar de viveros flotantes distribuidos en una docena de polígonos mejilloneros, y solo en tres de ellos se prohibe la extracción en la actualidad.

Arousa

Mucho mejor es la situación en aguas de Arousa, que con 22 polígonos -pueden ser incluso 23 o 24, dependiendo de las subdivisiones que se realicen en cada momento- presume de dispones de casi 2.300 parques de cultivo, y la buena noticia es que actualmente absolutamente todos ellos están autorizados para la extracción y venta de mejillón.

Ni que decir tiene que los bateeiros trabajan estos días sin descanso, para sacar el producto antes de que regresen los cierres. Y muchos aprovechan para colocar en el mercado el mejillón que tenían reparcado, ya introducido en bolsas -se emplean para su envío al mercado de fresco a través de depuradora- pero que permanecía colgado en ellas del emparrillado de los viveros a la espera de la reducción de biotoxinas.

La descarga de ese mejillón que permanecía reparcado centraba ayer buena parte de la actividad en la ría de Arousa, especialmente en el muelle de Cambados.

Al igual que se ha intensificado la descarga de ostra cultivada en viveros flotantes, si bien es cierto que este recurso va a menos cada año que pasa.

Sea como fuere, el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), que es el mismo organismo encargado de decretar las aperturas y cierres de bateas de mejillón, permite en la actualidad la extracción de ostra en tres de los cuatro polígonos existentes, como son el Redondela A (Vigo) y los arousanos Cambados D y Grove A.