En el monte Castrove hay menos caballos, pero los ganaderos se resisten a dejar morir la tradición del curro o de la rapa das bestas. La asociación de ganaderos de la sierra, muchos de los cuales son de Meis, celebran este fin de semana una nueva edición del curro que se celebra en A Escusa (Poio).

Ya hay actividades el sábado, puesto que la organización ofrece una zona de acampada libre, y por la noche habrá un concierto musical. Lo que no se hará en esta ocasión es el concurso de monta americana, debido a las durísimas condiciones que imponían las compañías aseguradoras.

Pero el día grande de la fiesta es el domingo, 23 de agosto. Se espera que a partir de las 11 de la mañana los primeros "aloitadores" empiecen a bajar del monte con las reses. Después de mediodía se celebra una misa campestre en el recinto festivo, y la rapa propiamente dicha es a partir de las 16 horas.

Además del marcaje de los caballos también se procede a la venta de los potros. El ambiente festivo se prolongará hasta bien entrada la tarde.

Menos caballos

La organización apunta que en efecto hay menos caballos en el monte Castrove. Los problemas que hubo con varias comunidades de montes, contrarias al pastoreo libre por los daños que ocasionalmente provocaban los equinos en las fincas agrícolas, y el endurecimiento de las condiciones administrativas para la cría de los animales motiva que muchos ganaderos se deshiciesen de ellos.

No obstante, también hay espacio para la esperanza, y de hecho la asociación de ganaderos llegó a un acuerdo con la comunidad de montes de Campañó, que les permite disponer de un amplio espacio libre en el monte para la alimentación de los caballos. A cambio, la presencia de los animales permite un control natural de la vegetación, con el consiguiente beneficio a la hora de reducir el riesgo de grandes incendios.

Ganaderos y comuneros pidieron hace años a la Xunta de Galicia un plan de usos del Castrove para regular el uso del monte, pero a día de hoy sigue sin hacerse.