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Acceden al interior de un bar de O Grove y roban completa la máquina tragaperras

Se cree que los ladrones también dañaron los cuadros eléctricos del paseo marítimo

El dueño del bar muestra el lugar donde estaba la máquina. / Muñiz

Los responsables del bar Acuarela, en O Grove, se encontraron con una desagradable sorpresa cuando abrieron el establecimiento a primera hora de la mañana de ayer, pues les habían robado completa la máquina tragaperras.

El establecimiento está en el paseo marítimo, que es un lugar muy céntrico de O Grove, sobre todo en verano, pero eso no evitó que los ladrones se hiciesen con un botín de gran envergadura.

Al parecer, los ladrones forzaron la puerta del establecimiento tras levantar la verja, y una vez dentro se hicieron con la máquina tragaperras, que sacaron por un gran ventanal. Una vez fuera la arrastraron por la acera (ayer aún eran perceptibles las marcas) y la cargaron en un vehículo.

En el establecimiento hostelero señalan que los autores de los hechos no hicieron daño alguno más. Junto a la tragaperras estaban también la máquina expendedora de tabaco y otra de apuestas deportivas, pero ambas aparecieron intactas. Tampoco causaron daños en la caja registradora ni se llevaron botellas de alcohol o recibos de lotería, según el testimonio del responsable del establecimiento.

Sin energía eléctrica

Pero aunque el bar Acuarela esté en un lugar muy céntrico de Vilagarcía se supone que los ladrones pudieron actuar con cierta tranquilidad porque no había luz en la calle.

A primera hora de la mañana de ayer, cuando una dotación de la Guardia Civil se acercó al bar para tomar nota de lo sucedido y buscar posibles pistas, un operario del servicio de Jardines pasó por allí y explicó que había aparecido reventado el cuadro eléctrico que da servicio a esa zona del paseo marítimo. Se cree que fueron los ladrones quienes dañaron el cuadro eléctrico para provocar el apagón y de ese modo actuar con mayor impunidad.

En cualquier caso, parece que tampoco se dieron una prisa excesiva por irse del lugar, puesto que aún intentaron colocar de nuevo la verja metálica. Lo hicieron mal, pero ese gesto pudo propiciar que quienes pasasen por allí no notasen nada raro en el local.

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