Los directivos del Armenteira se niegan a trasladar sus entrenamiento y partidos a los campos de fútbol de Mosteiro o Zacande, como les propone el alcalde, José Luis Pérez. El regidor les plantea que en un radio de apenas dos kilómetros hay dos campos de fútbol con césped de hierba (artificial en el caso de Zacande, y natural en Mosteiro), y que hay que aprovechar estas instalaciones antes de afrontar nuevas inversiones en Armenteira.
Pero los directivos de este último club abogan por otro sistema. "El alcalde dice que hay un proyecto de 400.000 euros para sustituir la hierba natural de Mosteiro por hierba artificial, y que no posibilidad de hacer otra inversión en Armenteira, así que nos proponen que vayamos nosotros a jugar a Mosteiro o Zacande. Pero en vez de gastar tanto dinero en un segundo campo de hierba artificial los equipos del Mosteiro podrían ir a Zacande porque allí caben todos perfectamente. En cambio, si a nosotros nos hacen ir a Mosteiro no nos irían ni la mitad de los jugadores, porque nos queda muy lejos".
Así las cosas, lo que le plantea la directiva del club al Ayuntamiento de Meis es que redefina el proyecto de la Diputación, de modo que en vez de invertir en Mosteiro lo haga en Armenteira, donde el firme todavía es de tierra y que presenta unas enormes deficiencias. Los directivos del club declaran que "el alcalde sabe perfectamente lo que pasa porque llevamos cinco años reclamando que nos arreglen el campo. Nosotros no somos de hacer ruido ni pancartas, y no cobramos nada por estar aquí. Lo que queremos es una solución", declaró un responsable de la entidad deportiva, con varias categorías de adultos e infantiles. Este periódico también intentó ayer ponerse en contacto con el alcalde, José Luis Pérez, pero sin éxito.
En cualquier caso, los directivos de Armenteira declaran que su campo podría arreglarse considerablemente con poco dinero. A este respecto, alegan que hay una falta de mantenimiento palmaria y ponen como ejemplo los postes de las porterías, que tienen la pintura desconchada, o la falta de un cierre metálico que evite que los balones se vayan a la carretera.
Además, añaden en un comunicado que hicieron público anteayer miércoles, "el terreno de juego está en unas condiciones impracticables, con la superficie durísima y con los pedazos de piedras rondando por el mismo". Alegan también que la caldera de la calefacción de los vestuarios está averiada, o que "el cableado y las cajas de las torres de alumbrado están sueltos, lo que puede provocar una posible descarga eléctrica".
