Jorge Carballo, de la Asociación de Autopatronos de Taxis do Salnés hace un balance agridulce del dispositivo de taxis de la pasada Festa do Albariño. Por un lado está contento, porque cree que en general salió todo bien y la mayoría de los conductores llegados de otros municipios respetaron las reglas del juego. Pero también le quedó un mal sabor de boca por la presencia de un grupo reducido de chóferes, procedentes según él "de concellos pequeños" próximos a Cambados "que nos hicieron competencia desleal".

Jorge Carballo acusa a un grupo reducido de autopatronos de esconderse por las calles de Cambados para recoger a gente y de realizar viajes pese a no tener ni la autorización especial que concedía el Ayuntamiento ni los contratos oficiales que tienen que tener cubiertos para poder ir a otro municipio a recoger a una persona. "Como el año que viene esa gente vuelva con esa actitud lo que vamos a pedir es que se pongan unos autobuses a partir de cierta hora y el resto del tiempo trabajaremos solo los de Cambados", espetó Carballo.

En cualquier caso, el representante de la Asociación de Autopatronos do Salnés alerta de que el hecho de que haya terminado la Festa do Albariño no significa que vayan a bajar la guardia, "porque a fin de cuentas el Albariño no nos da para comer todo el año. La Policía Local y Tráfico van a seguir estando muy atentos, y cualquier taxi de fuera que entre en Cambados a recoger a alguien sin el contrato oficial se expondrá a una sanción". Además, anuncia que va a pedir una reunión con los alcaldes de los ayuntamientos de los que proceden estos conductores supuestamente desleales con el resto de compañeros de oficio, "para que les hagan cumplir la ley".

Satisfecho

Pero a parte del malestar que le ha provocado a él y a sus compañeros de la parada de Cambados la actitud de ciertos chóferes durante la pasada Festa do Albariño, Carballo considera que el operativo salió muy bien. En este sentido, elogia al cuatripartito, que concedió 40 autorizaciones especiales a otros tantos taxistas de fuera de Cambados (se otorgaban por orden de inscripción, y se anotó gente hasta de Caldas), y que reguló los precios de los viajes más frecuentes y el horario durante el cual podía trabajar la gente de fuera.

Carballo también se quita el sombrero ante la actitud de los conductores "de Vilagarcía, O Grove y Sanxenxo, que trabajaron muy bien. Les felicito por el respeto profesional que mostraron".