Uno de los logros más destacados de O Grove en los últimos años, e incluso una de las iniciativas más aplaudidas lejos de las fronteras de O Bao, es la colección de juegos populares conseguida por el Concello a instancias de la concejalía de Juventud dirigida en el anterior mandato por el galeguista Alfredo Bea en estrecha colaboración con un incombustible Cándido Mascato, en cierto modo la cabeza visible y pensante de este proyecto.

El paso del tiempo no hace más que demostrar que la obtención de esta colección casi de tintes museísticos y dotada de elementos construidos artesanalmente, ha sido todo un acierto, llegando a convertirse en una de las principales tarjetas de presentación de la localidad en el exterior.

En Vilagarcía, Cambados, Sanxenxo y otros puntos de la comarca ya los han probado, como también en Marín, Boimorto, Lugo, Ourense y otros muchos lugares de la geografía gallega e incluso de España. Especialmente indicada para los niños, pero lógicamente a disposición de todos los públicos, hasta el punto de que a veces las personas de más edad son las que mejor se lo pasan, esta colección de un par de cientos de juegos se ha convertido por méritos propios en un elemento esencial del patrimonio cultural de la localidad meca, por lo que todo indica que seguirá reforzándose y dando mucho de qué hablar en los próximos años.

"Xogos Populares no Grove", que así es como se presenta en Facebook, incluye elementos de lanzamiento, habilidad y tablero que por sí solos garantizan la diversión y el entretenimiento, pero que además son el complemento perfecto para cualquier fiesta que se precie.

Ni que decir tiene que además de la vertiente lúdica e incluso promocional, este proyecto contribuye a mantener viva la memoria del pueblo. Junto a cada juego elaborado se presenta una ficha explicativa en la que se detallan las reglas básicas para su correcta utilización, y en algunos casos se aportan también datos sobre los orígenes o la razón de ser del elemento en cuestión.

De esta forma se recuperan viejas tradiciones y los juegos con los que disfrutaron los padres, los abuelos e incluso los bisabuelos de los niños de ahora, tan acostumbrados ellos a los teléfonos móviles, las consolas, el WatsApp y los juegos en línea.

De este modo los adultos pueden volver a sentirse como niños y estos pueden conocer cómo se entretenían sus antepasados, llegando a comprender que hay vida más allá de Internet.

Tanto es así que en diferentes fiestas, y también cuando la colección de juegos populares de O Grove se ha instalado en los diferentes centros de enseñanza, numerosos escolares se han mostrado gratamente sorprendidos e incluso confesaron disfrutar de lo lindo con la experiencia.

Juegos como el esquí en parejas, el zambombazo, los zancos, el juego de los aros, el de los platos, el de las siete y media, la rana, el tragabolas, las tres ranas, los bolos y tantos otros tienen la culpa de que sociedad actual encuentre una sana forma de diversión.