El alcalde en funciones de Cambados, Luis Aragunde admite que "no va a ser fácil" llegar a un pacto de gobierno con el concejal electo de Cambados Pode, José Ramón Abal Varela. El regidor y aspirante a la reelección por el PP recuerda que Abal Varela le pidió todo y más a los partidos de izquierdas, de modo que si ahora no rebaja sus pretensiones será muy difícil que las dos partes se entiendan.
Un punto especialmente conflictivo es el referente a la Alcaldía. Abal Varela la exigió en sus reuniones con el tripartito de izquierdas, alegando que en el punto número 1 de su programa electoral especifica claramente que su formación no va a apoyar a ningún otro candidato y que nace para gobernar. Cuando los otros partidos le recordaron en las reuniones del Parador de Turismo que esa exigencia no era razonable, dado que era el partido menos votado, Abal Varela replicó que Cambados Pode no es un partido político tradicional sino una plataforma vecinal, y que por lo tanto tampoco comulga con las fórmulas de los pactos políticos habituales hoy en día.
Sobre esto, Aragunde deja muy claro que el PP no va a entregar la Alcaldía de Cambados a una persona que solo tiene un concejal y 455 votos, frente a los ocho que tiene el Partido Popular tras obtener 3.700 votos, lo que significa ocho veces más que Cambados Pode. Tanto es así que Aragunde declara que antes de hacer esa cesión se irá a las bancadas de la oposición.
En cualquier caso, el PP y Cambados Pode están pendientes de celebrar una reunión, que tendría lugar entre hoy y mañana jueves, después de que finalmente se cancelase la prevista para ayer. La intención de los conservadores es escuchar los planteamientos de Abal Varela y de su equipo y, a partir de ahí decidir qué cesiones pueden hacer y cuáles no.
Dificultad de un cuatripartito
Abal Varela negoció con los partidos de izquierdas (PSOE, BNG y Somos Cambados), pero estos tres rompieron la baraja a los dos días de empezar a hablar cuando vieron que el edil electo de Pode no estaba dispuesto a ceder absolutamente nada de sus pretensiones.
José Ramón Abal, un ingeniero químico de 35 años natural de Vilariño, sostiene que su partido tiene que cumplir sus 14 compromisos electorales (incluido el de la Alcaldía) y que quien quiera pactar con ellos tiene que atenerse a dicha hoja de ruta.
Los contactos entre la izquierda y Cambados Pode terminaron con bronca, y en las filas progresistas hay un enfado monumental hacia Abal Varela, al que acusan de jugar al gato y el ratón y hacerles perder el tiempo.
Él, sin embargo, reiteró que la prioridad de su equipo es desbancar al PP del gobierno. En sus manos aún está conseguirlo, siempre y cuando Somos Cambados decida en su asamblea del viernes apoyar a Fátima Abal (PSOE) en la sesión de investidura. Porque si eso se produce y Abal Varela vota también a la socialista el sábado, el PP se iría a la oposición.
En cualquier caso, Luis Aragunde opina que si esto pasa finalmente los principales perjudicados serán los vecinos. "Las reuniones que tuvieron para formar un cuatripartito han demostrado que es muy complicado que haya buena sintonía entre los cuatro". Por ello, cree que un gobierno de esas características, que ya nacería viciado por graves encontronazos previos, no funcionaría, con el consiguiente perjuicio para la institución.
Así las cosas, Aragunde reitera que tampoco descarta la posibilidad de gobernar en minoría y de emprender las gestiones políticas necesarias para lograr durante los cuatro años de mandato los acuerdos que sean necesarios. El alcalde en funciones reconoce que "la situación política es muy compleja", con innumerables interrogantes. Unos interrogantes que quizás no se despejen del todo hasta 2019.
