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Herencias socialistas que sobreviven a la época de Fole

Alberto Varela deberá afrontar eternos conflictos como los del Balneario y el parking Xoán XXIII o el viejo reto del nuevo PXOM

El pleno aprobó hace una década el rescate del Balneario, pero el asunto sigue judicializado. // Noé Parga

El rescate del Balneario de la playa de Compostela, de la concesión del parking Xoán XXIII, la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), ... Son algunos de los proyectos que llevan muchos años enquistados en Vilagarcía y que ningún gobierno -ni del PSOE ni del PP- ha resuelto por el momento. Por tanto le tocará gestionarlos al próximo alcalde, el socialista Alberto Varela, que será investido como tal el 13 de junio.

Según los datos que públicamente ha ofrecido Fole, su sucesor se encontrará con las cuentas saneadas y con la "pesadilla" del millonario préstamo "Luz Salgada" -que llegó a poner en riesgo los servicios básicos del Concello-, devuelto. Esta manida herencia económica tantas veces presente en la boca del regidor conservador se ha transformado en un concello con superávit, si bien otros pleitos y proyectos que heredó el PP de gobiernos socialistas siguen sin desbloquearse.

Así, como si se tratase de un efecto boomerang, estos eternos conflictos que ya se remontan a mandatos socialistas -el PSOE gobernó durante 20 años, hasta 2011- volverán a tener que estar presente en la gestión municipal de Alberto Varela.

El futuro alcalde se ha mostrado muy crítico con la paralización de la revisión del PXOM que Fole dejó dormitando en un cajón. Si bien en 2013 el alcalde ahora en funciones hacía una presentación pública sobre el nuevo plan urbanístico, que permitiría la construcción de 6.600 nuevas viviendas, su tramitación no avanzó, puesto que ni siquiera se realizó la aprobación inicial en pleno. Por tanto le tocará en este mandato a Varela, de profesión asesor jurídico de la Xerencia Municipal de Urbanismo, reactivar el Plan Xeral del que ya se hablaba en el último mandato de Javier Gago.

Alberto Varela llegó a afirmar en campaña electoral que en esta hoja de ruta urbanística podría estar la clave para frenar la creación de centros comerciales en la ciudad. La aprobación de los primeros trámites para levantar una gran superficie en la parcela de Megasa se produjo en los últimos meses del mandato del PP, por lo que esta sí puede considerarse una herencia de la formación conservadora.

Uno de los litigios más largos que deberá asumir el próximo regidor vilagarciano es el del Balneario de la playa Compostela. El 29 de julio de 2014 se cumplió una década desde que el pleno aprobase por unanimidad el rescate de la concesión debido a los incumplimientos de Placomsa, que llevaba años sin explotar el inmueble. Lo que a priori parecía una solución para librar el edificio de ese estado de abandono se ha convertido en una eterna batalla judicial entre la concesionaria y el Concello que a día de hoy todavía continúa enquistada en los tribunales. Mientras tanto, los vilagarcianos tienen que resignarse a ver cómo el paso del tiempo destruye poco a poco un inmueble público en el que el Estado invirtió 680.000 euros con cargo al Plan Zapatero -el Plan E- para su rehabilitación.

Si bien la última sentencia fue a favor del Concello y Tomás Fole daba por recuperado el emblemático Balneario, Placomsa recurrió y el fin del conflicto todavía no se ha producido. El PP siempre apostó por un uso hostelero para el inmueble. ¿Mantendrá Varela estos planes?

La misma incertidumbre reina sobre el parking Xoán XXIII. Su concesionaria, Proinsa, está "incumpliendo los pliegos" y las instalaciones subterráneas -junto a la casa consistorial- se encuentran en un estado calamitoso y de infrautilización, pero Ravella ha descartado rescatar la concesión por su elevado coste, por lo que espera a la resolución judicial.

La empresa se encuentra inmersa en concurso de acreedores desde 2010, después de haber arrastrado problemas económicos que derivaron en el impago del canon por la concesión del parking.

El Concello de Vilagarcía es uno de los acreedores, con una deuda por parte de la constructora de 59.294 euros según ha reconocido el juzgado.

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