El Ayuntamiento de Meis tiene que derribar el bar del área recreativa de San Martiño, que forma parte de la Ruta da Pedra e da Auga. Así lo ordena la sección tercera de la Audiencia Provincial de Pontevedra, que considera probado que el Concello construyó el local hostelero en terrenos privados.
Los hechos se remontan a principios de la década pasada, cuando la Diputación de Pontevedra y los ayuntamientos de Ribadumia y Meis construyeron la Ruta da Pedra e da Auga, muy conocida hoy en día por los paseos estivales del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Una parte de la ruta discurría por terrenos particulares, y lo que hizo el Ayuntamiento de Meis en el caso de San Martiño fue ofrecer a los vecinos otras parcelas que se les entregarían al hacer la concentración parcelaria de la parroquia.
Pero una de las propietarias se negó a aceptar el acuerdo y presentó una demanda en los juzgados cuando el Concello construyó el bar. En primera instancia, un juzgado de Cambados falló en contra de la mujer porque ésta no había presentado el título de dominio, ya que la finca (formalmente se trata de dos) había sido de sus padres, y en el testamento estos no la incluyeron en la relación de bienes legados a sus dos hijos. El juez también rechazó la demanda porque los padres no hicieron partición de bienes. Pero la mujer recurrió en Pontevedra, y la Audiencia le da ahora la razón en todo.
El tribunal considera insuficientes los argumentos del juez de Cambados para desestimar la demanda de la propietaria, y sostiene que está comprobado que los anteriores dueños eran los padres de la demandante, que estos se la dejaron en herencia a ella y a un hermano, y que éste último le cedió posteriormente (a mediados de los años 90) el pleno dominio de las fincas.
Los magistrados plantean que cuando se nombran herederos universales (como es este caso) no es "imprescindible" relacionar todos y cada uno de los bienes que se legan y aunque el Ayuntamiento negó en el juicio que el solar fuese privado, los magistrados señalan en la sentencia que la administración adoptó durante el proceso "una postura esencialmente pasiva, sin aportar la más mínima prueba sobre la titularidad".
Así las cosas, el Concello tendrá que tirar con sus medios económicos todas las instalaciones, que incluyen un bar de unos 80 metros cuadrados, una carpa acristalada, un parque infantil y unos aseos. Eso sí, la resolución es recurrible, y también cabe aún la posibilidad de que ambas partes negocien para alcanzar un acuerdo económico.
La portavoz del PSOE, Marta Giráldez acusa al PP de despilfarrar el dinero público con "chapuzas". El encargado de la gestión fue el alcalde, José Luis Pérez, que el domingo opta a la reelección. El bar también tiene "enganchado" el suministro eléctrico al alumbrado público.
