Hamilton Carbajal es "uno de los cinco primeros peruanos que llegó a Cambados en 2004" para faenar en la ría de Arousa. Desde entonces reside con su familia en la villa del albariño. "Nunca me ha faltado trabajo en el mar, pero si tuviese que vivir exclusivamente de esto ya no estaría aquí", declara.
Carbajal pone el acento en el escaso beneficio que los marineros obtienen por las capturas. "La situación está mal. Los precios son cada vez más bajos. Por una caja de jurel mediano de 14 kilos te pagan solo un euro y medio. A veces sales a faenar con la sensación de que trabajas prácticamente gratis con estos precios".
Cree también que el problema de sobreexplotación que sufrió en las últimas décadas su país, y que hizo que muchos de sus compatriotas optaran por emigrar puede darse aquí también. De hecho, sostiene que pescar más no es una solución. "Si en vez de llevar a puerto 200 cajas llevas el doble estás favoreciendo que los precios bajen todavía más".
Hamilton Carbajal explica que "los beneficios mensuales de nuestra actividad varían cada mes. En verano podemos llegar a ganar cerca de 1.200 euros, pero en invierno los ingresos bajan mucho y apenas cobramos 500".
"La mayoría de mis compatriotas regresaron a Perú porque aquí las cosas están muy difíciles. Se gana poco y hay muchos gastos. Los que tienen casa allá prefieren volver y a los que quedamos nos queda sobrevivir", concluye.
