La primera investigación abierta en Galicia para esclarecer si existe delito contra la seguridad en un punto negro de tráfico -en concreto, en la N-550 a su paso por el municipio de Valga- termina en el cajón. Tras analizar de forma detallada los atestados de decenas de siniestros ocurridos en el vial entre 2009 y 2014 el fiscal de Seguridad Vial de Galicia, Carlos Gil, acaba de archivar las diligencias que había abierto de oficio. La investigación quería aclarar si los frecuentes accidentes de tráfico podían achacarse al mal estado del vial y, en ese caso, si los encargados de su conservación y mantenimiento tenían una responsabilidad penal.

"De toda la información facilitada y del estudio en concreto de los 34 accidentes ocurridos con víctimas se desprende que no se puede establecer como causa determinante, ni siquiera coadyuvante, en la producción de los accidentes las circunstancias concurrentes en la vía o la falta de mantenimiento de la misma", anota en su escrito la Fiscalía, y zanja: "No existen suficientes indicios como para poder continuar de una manera razonable con esta labor investigadora".

Las pesquisas del Ministerio Público se centraron en el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 85,6 y 90,2 de la N-550, donde entre abril de 2009 y octubre de 2014 se produjeron 34 accidentes con víctimas. Tras un análisis detallado de esa treintena larga de siniestros se concluye que buena parte se debieron a factores ajenos a la carretera, como "distracciones", "velocidad inadecuada", "maniobras incorrectas", "somnolencia", consumo de alcohol; peatones que cruzaban por zonas no habilitadas; la presencia de animales u obstáculos sitiados en pleno vial que dificultaban el paso del vehículo.

El fiscal cita a modo de ejemplo el punto kilométrico 86,900, donde se concentraron cuatro siniestros. Tres fueron por distracción y el cuarto porque no se respetaron las normas de tráfico. De las cuatro víctimas mortales registradas durante el período y tramo analizados: la primera, en 2009, se produjo porque uno de los conductores implicados se durmió al volante; la segunda y tercera -fruto de dos colisiones múltiples fechadas en 2010- tuvieron como causas la "velocidad inadecuada" o "conducción negligente"; y la cuarta, de 2011, se produjo cuando un peatón intentó cruzar la calzada por una zona no habilitada de noche y con lluvia.

El Ministerio Público remarca así mismo las mejoras registradas en la N-550. "Los índices de peligrosidad y mortalidad han descendido notablemente desde el año 2010 hasta la actualidad, pasando del 38,4 al 14,7 (en carreteras de características similares es de 15,4)", anota el fiscal, quien anota también la "rehabilitación total del forme" que experimentó la carretera a lo largo de 35 kilómetros en 2012. "En la carretera se ha producido un notable descenso en el número de accidentes, que en el período de tiempo entre 2012-2014 y en el tramo concreto del término municipal de Valga ha supuesto un 77% menos en los accidentes con víctimas y un 83% menos en el número de fallecimientos respecto al período 2009-2011, habiéndose producido en el período antes citado un solo fallecimiento en la N-550 a su paso por Valga" -recuerda la Fiscalía- "Según la información suministrada por el Ministerio de Fomento, este realiza en coordinación con la DGT y la Guardia Civil de Tráfico un seguimiento de la seguridad en la carretera citada".

La alta siniestralidad registrada en la carretera nacional a su paso por Valga decidió al Ministerio Público a abrir una investigación. El caso de la N-550 no es, sin embargo, el peor punto negro de la provincia. Un estudio reciente elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) sitúa el punto kilométrico 10 de la autovía A-55 entre Vigo y O Porriño como el más peligroso de todas las autovías españolas, lo que corrobora las conclusiones de informes de organismos oficiales. A lo largo del año pasado en ese punto exacto -justo antes de la conocida como curva de Tameiga- se notificaron 108 siniestros en los que se atendió a 164 víctimas.

Los transportistas profesionales exigen desde hace años una solución para un tramo con un alto nivel de tráfico y en cuyo trazado -con curvas cerradas- se registran numerosos accidentes.

La A-55 es el caso más fragante, pero no el único. En 2013 la Dirección General de Tráfico (DGT) identificó en la red viaria gallega hasta 46 tramos "negros" con tres o más víctima. A finales de enero -en plena investigación del tramo de la N-550 en Valga- el fiscal de Seguridad Vial no descartaba indagar otras carreteras. "Se podría estudiar el caso si existe una concentración de accidentes muy llamativa; si en un mismo punto ocurren muchos siniestros y se siguen produciendo en el tiempo", apuntaba Gil.