Los vecinos de la parroquia vilagarciana de Bamio dicen no aguantar más. Se quejan porque las obras del Eje Atlántico para el Tren de Alta Velocidad (TAV) han modificado el normal discurrir de las escorrentías, de tal modo que ahora las aguas pluviales acaban anegando sus tierras de cultivo y huertos cada vez que llueve con cierta intensidad.

Dicen estar cansados de poner los hechos en conocimiento tanto de la Consellería de Medio Ambiente como del Valedor do Pobo, el Ministerio de Fomento y el Concello de Vilagarcía, "pero dado que nadie nos hace caso ahora queremos denunciarlo públicamente", insisten.

Ayer se reunieron varios de los vecinos afectados sobre el terreno donde se localiza el origen de esta polémica, muy cerca del túnel de Quinteiro, de 1.970 metros de longitud y considerado por el Ministerio de Fomento una de las obras singulares del tramo del TAV entre Vilagarcía y Catoira.

Los ciudadanos de Bamio afectados por las inundaciones presuntamente producidas por las obras explican que las pluviales discurren ahora "sin freno ni control alguno", pues consideran que las medidas adoptadas para ello con motivo de la ejecución de las obras "no son suficientes ni eficaces".

Es por ello que reivindican la adopción de las acciones precisas para desviar esas aguas de lluvia hacia un regato que pasa por las inmediaciones, "con lo que estaríamos salvando un buen número de fincas", argumentan los ciudadanos de Bamio.

Ciudadanos como Antonio Bóveda Alejandre, Francisco Caeiro Monteiro, Faustino Conde García, María Barreiro Conde, Dolores Bóveda Gómez y María Luisa Carneiro Busto abanderan esta reivindicación ciudadana que empezaba a fraguarse hace ya dos años, "pero se nos ha agotado la paciencia porque nadie nos hace caso, a pesar de que con este problema encima estamos hipotecando nuestras propiedades para siempre".