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Una bufanda de fe para las gargantas

La celebración de San Blas, al que se le atribuye un efecto sanador y protector, reunió a un importante número devotos en Meis, Cambados y la parroquia de Simes

Cientos de devotos se pasaron ayer por Simes para cumplir con la tradición de rendir culto a San Blas, considerado abogado de los males de garganta. Lo pudieron hacer a través de cualquiera de las ocho misas que se oficiaron a lo largo de la jornada, siendo la solemne a las 13 horas, la cual estuvo cantada por la coral San Miguel de Lores que dirige Josefa Dorado.

Una de las tradiciones de los devotos es besar al término de las misas el relicario de latón dorado que alberga en su interior un minúsculo fragmento de hueso del santo. Un hábito también renovado por el actual cura párroco desde el pasado año, y que también era costumbre en los años 40 del pasado siglo. El viejo relicario, junto con un sello de autentificación emitido por Roma, apareció en un cajón de la vieja cómoda de la rectoral recuperado para la ocasión.

La jornada de ayer era además este año festivo local en el municipio Meaño por la celebración del santo, pero el ambiente festivo se circunscribió a Simes. En las inmediaciones de la iglesia parroquial se dispusieron, amén de los tradicionales cereiros, tres puestos de rosquillas, y otros de jamones, quesos, pan y churros.

San Blas, de origen armenio, fue un médico y obispo de Sebaste en el siglo IV. Según la tradición salvó a un niño de morir ahogado por una espina de pescado que se había clavado en su garganta. De ahí el efecto protector que se le atribuye en las enfermedades de garganta, antídoto además contra el pavor de fallecer sin poder -según una creencia de antaño- exhalar el alma por la boca.

Cambados y Meis

Cambados y Meis son otros dos municipios donde se celebraron misas por el santo durante la jornada de ayer. En el caso de Cambados fueron en la capilla del Hospital, y se oficiaron dos por la mañana y una por la tarde, que fue la solemne. La procesión ya salió el lunes, pues la tradición en la parroquia de Santa Mariña Dozo es hacerla conjunta con la de la Candelaria. También se bendijeron los bollos de pan de los vecinos.

En el caso de Meis la celebración se hizo en la parroquia de San Martiño de Meis, con una misa por la tarde. Pero muchas otras parroquias arousanas rindieron culto a San Blas, pues hay una gran tradición hacia este santo. Eso sí, se limitaron a ceremonias religiosas, al no haber verbenas nocturnas.

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