La de ayer fue una jornada de mucho trasiego en el juzgado de Vilagarcía. La Policía Nacional condujo ante la juez a los primeros detenidos -el matrimonio de Cangas- sobre las 10,30 horas, y poco después fue el turno de declarar de Unai L.B. La pareja del Morrazo salió en libertad provisional con cargos sobre las 12 del mediodía, y la mujer respondió a preguntas de los periodistas sobre su situación que "quedamos como teníamos que quedar". Ambos accedieron al juzgado con el rostro descubierto, al contrario que los otros tres imputados, que se cuidaron mucho de ocultarse la cara con su ropa.

Los dos supuestos cabecillas de la trama, "El Pastelero" y el abogado de Madrid quedaron para el final, y su comparecencia ante la juez y el fiscal de Delitos Económicos se prolongó hasta casi las 14 horas. Óscar Rial solo contestó a las preguntas de su abogado defensor y no a las del fiscal, mientras que el abogado de Madrid, J. R. G. C., sí contestó a las de su letrada y a las de Augusto Santaló.

"El Pastelero" recibió el apoyo de su pareja y de una hija menor de edad antes de entrar en la sala de vistas de la primera planta -que es donde se realizó la toma de declaraciones- para que la juez le leyese el auto ordenando su ingreso en prisión y sin fianza.

Los padres de Óscar Manuel Rial Iglesias regentaron en su día una conocida panadería y pastelería en Vilagarcía, de ahí el sobrenombre que le ha quedado a Óscar Rial. Este vilagarciano ya ha tenido tres encontronazos con la justicia por asuntos de narcotráfico o blanqueo, aunque salió absuelto de todos. El primero fue con motivo de la operación Destello, que se llevó a cabo entre 2006 y 2007, y que supuso la detención en total de unas 70 personas, entre las cuales se encontraban un miembro del clan de los Baúlo de Cambados y otro de los Charlín de Vilanova.

Posteriormente, el boirense José Luis Fernández Tubío le implicó en el cargamento de 3,4 toneladas de cocaína del pesquero San Miguel. El barbanzano había sido detenido en la operación, y después de ser arrestado habría intentado llegar a un acuerdo con el Ministerio Fiscal para que le rebajasen la condena a cambio de que contase lo que sabía. E implicó, entre otros, al "Pastelero". Pero unos días antes de empezar el juicio en la Audiencia Nacional, Tubío desapareció, no sin antes pasar por un notario y dictar una declaración en la que pedía perdón al vilagarciano y sostenía que sus acusaciones eran simples comentarios que había escuchado en la cárcel, sin más fundamento.

La ausencia de Tubío en el juicio desinfló la acusación contra Rial Iglesias, para quien también se pedían cuatro años de cárcel por blanqueo de dinero como consecuencia de una causa separada. El boirense, de quien se dijo que estaba pasando una jubilación dorada en Sudamérica o que estaba muerto, reapareció en julio, al ser detenido en Zamora. La actual investigación contra el "Pastelero" se inició a principios de año.