Dos años después de ingresar en los astilleros de Garrido de O Grove para someterse a un importante lavado de cara, la dorna xeiteira "Irmandiña" ha vuelto a navegar aunque con una serie de modificaciones que no solo la han modernizado, sino que facilitarán a los tripulantes la navegación. La intervención más importante que se le ha realizado en el interior del astillero ha sido la introducción de un pequeño motor para ayudar a la navegación, algo de lo que carecía en un principio, ya que nació con la intención de acercarse lo más posible a las embarcaciones en las que estaba basada.
La otra gran modificación ha sido el aparejo. La "Irmandiña se diseñó para arbolar con un aparejo de relinga, vela tradicionalmente usada en Galicia para las dornas polbeiras, de tope, o como en este caso, xeiteira, pero a partir de ahora lucirá una cangreja con trinquete y foque. El motivo del cambio, explica José Garrido, propietario del astillero, no es otro que facilitar su manejo por parte de la tripulación. "La Irmandiña es un barco muy grande para navegar en el interior de la ría de Arousa y con vela de relinga se necesitaba una tripulación de varias personas y todas ellas muy experimentadas para realizar las maniobras de navegación; con este cambio se facilita mucho el trabajo a bordo, y aunque no será algo común, incluso se permite que pueda ser manejada la embarcación por tan solo un tripulante", explica.
El resto de la nave se encuentra exactamente igual a como salió por primera vez del astillero, compartimentada como una embarcación del "xeito" en el siglo XIX.
La dorna pertenece a la asociación Amigos da Dorna Meca y su destino será participar en encuentros de embarcaciones y en aquellos eventos a los que sea invitado el colectivo con el fin de dar a conocer la navegación tradicional a vela. Su primer acto tendrá lugar el próximo fin de semana en una regata de embarcaciones antiguas aparejadas con vela cangreja que se celebra en aguas del municipio de Boiro.
Construida en 2003 en los astilleros de Garrido a imagen y semejanza de las antiguas embarcaciones del "xeito", la Irmandiña tenía la particularidad de poseer unas dimensiones superiores. El motivo estaba plenamente justificado ya que nació para realizar un viaje épico a través del Atlántico en el que cinco vecinos de O Salnés navegarían al estilo del siglo XIX hasta Puerto Rico. Todo estaba organizado, y los cinco contaban con una embarcación de apoyo, pero fallaron los patrocinadores, ya que varios de ellos se echaron atrás y frustraron el proyecto, que ya nunca volvió a retomarse.
Durante varios años, la Asociación da Dorna Meca decidió cederla a la Escola de Navegación Tradicional de A Illa para contribuir a la formación de nuevos patrones de dornas, pero el paso del tiempo y los continuos temporales que tuvo que soportar obligó a que regresase a su lugar de nacimiento hace dos años para recuperarse.
