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La reforma de Rey Daviña aprueba con matices

Los técnicos, satisfechos un año después; los comerciantes se quejan de escasa luz e inundaciones

El entorno de Rey Daviña experimentó durante el verano pasado una importante reforma, necesaria debido al mal estado del suelo que fue instalado en 2010 cuando esta zona se peatonalizó con el Plan E. Un año después, el Área de Rehabilitación Integral (ARI) de Vilagarcía considera que el resultado ha sido "fenomenal". Así lo afirma el director del ARI, Javier Montero, cuyo equipo realiza continuas revisiones para saber cómo es la evolución de esta importante arteria comercial vilagarciana.

No obstante, entre los comerciantes sigue habiendo quejas, aunque éstas se centran en problemas que vienen de antes de la reforma de 2013 e incluso son previos a la peatonalización. Los más significativos son los relacionados con las inundaciones en las calles, la escasa iluminación y los edificios abandonados que, según algunos comerciantes, son focos de insalubridad y empeoran la imagen de Vilagarcía.

Javier Montero destaca la "profesionalidad de los operarios que realizaron la intervención el año pasado. Con el tiempo el suelo tendrá sus achaques, pero de momento las losetas responden bien e incluso la arena de las juntas está cada vez más compactada". Montero asegura además que "el mantenimiento se está realizando bien y no parece que los vehículos circulen inadecuadamente por las calles, que era lo que más les afectaba".

Aunque "el agua ayuda a colmatar las juntas, no le viene mal al pavimento", lo cierto es que sí que incordia a los comerciantes. Montero admite que "la capa freática está muy alta en esta zona" y que la solución tendrá que venir por otra vía, la de la reforma de la red de pluviales.

El propietario de la zapatería "Acosta", Luis Acosta, afirma que "en invierno sí que tenemos problemas con las inundaciones. El agua baja desde Marxión por Ramón y Cajal y llega hasta Rey Daviña. Hay días en que me llega el agua hasta la entrada de la tienda. Tengo que hacer un pequeño búnker con chapas".

Otro punto problemático es el de la iluminación. "En las reuniones es uno de los aspectos de los que más se quejan nuestros socios", comenta la presidenta de Zona Aberta, Rocío Louzán. "En invierno se hace de noche pronto y esta es una zona muy comercial que debería lucir de otro modo, también por motivos de seguridad".

Louzán también apoya la versión de María José Mesejo, propietaria de la librería "Pampín", que cree que lo peor del entorno de Rey Daviña "son los edificios en ruinas por los que nadie hace nada. Aquí estamos acostumbrados, pero ofrecen una imagen penosa. En Romero Ortiz hay un andamio colocado desde hace tres meses y no he visto que trabajara nadie allí todavía", critica. Lo peor, añade, sucede en verano. "Los días de calor esos edificios son focos de toda clase de bichos. A veces hay muchas pulgas en esta zona. El Concello debería hacer algo", reclama.

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