La concejala de Servicios Sociales de Vilagarcía, Elena Suárez, quiere tener bien atado el plan de alimentación infantil que este lunes va a pleno antes de convocar a la oposición para explicárselo. La edil trabaja a contrarreloj para cerrar el proyecto antes de la sesión plenaria y su intención sigue siendo reunir a todos los grupos, pero todavía quedan algunos flecos sueltos.
Ha habido sorpresas desde ambas bancadas. Mientras a Suárez le ha llamado la atención que ya hayan surgido las primeras críticas al proyecto cuando todavía no se han dado a conocer todos los detalles, algunos ediles de la oposición esperaban que la responsable de Servicios Sociales asistiese ayer a la comisión informativa previa al pleno, o al menos que algún miembro del gobierno diese explicaciones sobre el servicio de catering que pretende llevar en verano a los domicilios de los niños en riesgo de exclusión. Pero no fue así.
La comisión era de carácter económico, y de este organismo no forma parte Elena Suárez -ella está integrada en la de Traballo e Benestar-, por lo que no participó en la reunión. Por parte del Ejecutivo asistieron José Manuel Pardal, Manuel Méndez, Ángel Benito Pérez Dorgambide, Ángeles Rodríguez, Ana Granja y Jesús Longa. De las filas socialistas estuvieron Tania García, Argimiro Serén y Manuel Rodríguez Cuervo; por parte del BNG acudieron María Villaronga y Xabier Ríos; y de Esquerda Unida, Ramón Bueno.
El PSOE, que lleva a pleno una moción sobre la necesidad de solventar la problemática que acarrea para muchas familias el cierre de los comedores escolares en vacaciones, preguntó si el Concello había realizado alguna gestión ante el Gobierno central para intentar arañar parte de los fondos que destina a programas de malnutrición infantil -a Galicia le corresponden unos 700.000 euros-, pero no obtuvieron respuesta.
Los socialistas preguntaron a Pardal si la edil de Servicios Sociales iba a reunir a los grupos para explicarles el proyecto, contestando que ella esperaba que sí. En este sentido, hay que tener en cuenta que el gobierno local no tiene ninguna obligación de convocar a la oposición, sino que se trata de un gesto de Suárez para intentar buscar un consenso.
Pero la tarea se presenta complicada. La relación entre el gobierno y la oposición cada vez es más tirante. La última prueba fehaciente de ello es la desaparición de las juntas de portavoces. PSOE, BNG y EU dieron plantón al PP en la de mayo, por lo que el Ejecutivo vilagarciano entendió que no tenían interés en trabajar conjuntamente y para el pleno de junio ya no se convocó la reunión de este organismo que implantó Fole cuando llegó a la Alcaldía como señal de transparencia.
Reunión exprés
La ausencia de junta de portavoces no prolongó la comisión informativa del jueves. Ni mucho menos. Gobierno y oposición despacharon los temas de la sesión plenaria de este lunes 30 de junio en apenas media hora. Y es que la orden del día de este pleno es bastante pobre en contenido. Aparte del plan de alimentación infantil y de dos mociones relacionadas con este asunto (una del PSOE y otra de EU), solo se debatirá una modificación presupuestaria para dotar de acometida eléctrica al refugio de animales.
