Ya sea porque se ha convertido en una especie de moda, porque cada vez hay mayor interés por la vida sana o porque la crisis obliga a agudizar el ingenio y a buscar fórmulas de ahorro, lo cierto es que los huertos ecológicos u orgánicos son cada vez más numerosos.

En las huertas orgánicas pueden cultivarse hortalizas, legumbres, plantas medicinales y árboles frutales, siempre desde el respeto a los procesos naturales de los alimentos. No se utilizan productos químicos artificiales para aumentar la producción y el tamaño de las hortalizas o frutos; mientras que para dar mayor fertilidad a los suelos y que las plantas crezcan fuertes y sanas se abona la tierra con fertilizantes naturales, como por ejemplo el compost o el estiércol.

Proyectos como éste que impulsa la concejalía de Medio Ambiente de O Grove permiten, por tanto, obtener alimentos frescos y saludables, al tiempo que se convierte en una actividad que propicia el disfrute de los participantes y su relación con la naturaleza.

Dicen los expertos en este tipo de cultivos que permiten tareas creativas, experimentar con el terreno y el cultivo, hacer ejercicio físico y obtener productos que permitan a los participantes comer alimentos saludables. También aclaran que no es necesario ser un experto, puesto que el verdadero aprendizaje se obtiene con la práctica cotidiana, a través de continuas pruebas y siempre con el asesoramiento de un experto en la materia.