Los vecinos de O Grove tienen al alcance de su mano la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza, convertirse en agricultores o cultivadores, divertirse y preservar el ecosistema que los rodea. El programa de huertas ecológicas elaborado por la concejalía de Medio Ambiente tiene tintes pedagógicos y ecológicos, pero sobre todo es una alternativa que ya disfrutó de una importante aceptación en ediciones anteriores; y esta vez llega con más fuerza.

Hasta el 8 de julio los vecinos pueden solicitar su participación en este proyecto en el que aprender a preparar la tierra y cultivar diversos productos de la manera más ecológica o natural posible.

Puede convertirse en cultivador cualquier ciudadano de la localidad, aunque dando preferencia, en caso de una excesiva demanda, a aquellos que se encuentren en situación de desempleo, padezcan algún tipo de discapacidad, pertenezcan a una familia numerosa, carezcan de recursos económicos, a los que estén en situación de exclusión social y a quienes tengan en el ámbito familiar personas a su cargo con más de 65 años.

Como se informó en su momento, este proyecto entraña importantes ventajas no solo para sus participantes, sino también para los dueños de las fincas cedidas, que de este modo se evitan la limpieza y mantenimiento de las mismas, puesto que tales labores van a corresponder a los "alumnos" participantes.

Sin impuestos

Asimismo, los propietarios se ahorran el pago de los impuestos correspondientes a sus terrenos, ya que el Concello les exime de tal tributación y la repercute directamente sobre los usuarios.

Es, inciden en Medio Ambiente, "un nuevo e ilusionante proyecto que trata de ayudar a personas que a veces no pueden hacer frente a los gastos de limpieza o incluso a sus impuestos, y que de este modo pudieron cederlas para que otros vecinos puedan desarrollar una actividad guiada por un especialista en agricultura ecológica para aprender a explotar y respetar el entorno natural".

La iniciativa es, asimismo, la culminación o el complemento perfecto de otras propuestas llevadas a cabo, como la promoción del compostaje y el reparto de composteros, los cursos formativos sobre el funcionamiento de las huertas ecológicas e incluso la campaña de erradicación de la maleza en los solares esparcidos por la localidad.

Esta acción para "aprender de la naturaleza, respetarla, obtener frutos de ella y preservar el medio natural" dispone incluso de un reglamento propio en el que se explica que la vigilancia va a corresponder a la Policía Local y al técnico de Medio Ambiente, tratando así de garantizar el correcto uso y aprovechamiento de las parcelas que diversos vecinos cedieron para esta actividad.

Por su parte, quienes quieren sacar partido a las huertas ecológicas deben ocuparse de su conservación y mantenimiento. Asimismo, deben velar por el correcto uso de las instalaciones y comunicar cualquier irregularidad al Concello.

Uso del agua

El reglamento citado advierte de que la autorización de uso de cada huerta para su cultivo "no supone en ningún caso la transmisión de la propiedad del terreno, que seguirá siendo de su dueño". Lo que se hace es "una autorización de uso personal e intransferible que solo tendrá efectos mientras se desarrolle el proyecto".

Otra de las normas a tener en cuenta es que "el agua para riego deberá obtenerse del punto habitual de abastecimiento y no se podrá alterar, manipular o modificar la instalación de la toma de agua sin autorización municipal".

Tampoco se pueden abrir pozos ni realizar captaciones externas sin permiso previo tanto del Concello de O Grove como del propietario de la finca.

Queda claro, además, que "el funcionamiento del sistema de cultivo de las instalaciones se basará exclusivamente en criterios de cultivo ecológico". Y en este sentido se explica que "todos los usuarios de esta huerta deben cumplir las condiciones que establezca el Concello, referidas tanto a la plantación de especies determinadas como a la realización de labores culturales y pedagógicas, empleo de abonos naturales, prohibición del uso de herbicidas, manejo de productos fitosanitarios y similares".

Ni que decir tiene que "queda expresamente prohibido el uso de pesticidas", y se advierte de que los adjudicatarios de las parcelas ecológicas "deben encargarse de gestionar adecuadamente los residuos o desperdicios que se generen, realizando el compostaje con los restos vegetales dentro del propio terreno o bien trasladando el material sobrante al punto limpio".

En el reglamento diseñado por el Concello para lograr el correcto funcionamiento de las huertas ecológicas se determina que los usuarios deben hacerse cargo de la limpieza de las instalaciones comunes, de sus parcelas dentro de la finca o de la totalidad del terreno, si fuera el caso".