La reparación del emisario que desemboca tras el muelle de O Ramal (Vilagarcía) se aplaza a después del verano. Esta obra de saneamiento, recogida en el presupuesto municipal de 2014, se pospone para evitar molestias a los bañistas durante la época estival. Aunque el gobierno local considera necesaria la ejecución de esta mejora, el concejal de Medio Ambiente, Jesús Longa, aclara que los trabajos pueden esperar al otoño porque en una época sin lluvias como la actual la nueva canalización del río que desciende desde Guillán hasta la playa (conocido como A Tripeira) "es suficiente" para evacuar todas las aguas fecales y pluviales. "Ahora mismo el emisario casi no actúa", agrega el edil del PP.

Aparte del necesario arreglo del emisario, que presenta una fisura de unos treinta centímetros, la actuación prevista también incluye la limpieza de todo el conducto, que se encuentra taponado en su último tramo.

Debido a la urgencia de acometer la mejora, el gobierno vilagarciano consignó en el presupuesto de 2014 un total de 15.000 euros para este fin. Aunque la previsión de Ravella era iniciar la reparación del emisario antes de que concluyese el invierno, para que la playa pudiese estar libre de obras con anterioridad a la llegada del calor, imprevistos como por ejemplo el arreglo de los daños causados por los temporales han provocado cambios en el calendario.

La zona verde de A Concha sufrió durante años continuos anegamientos en la parte más próxima al centro de la ciudad. Cada vez que llovía en cantidades considerables el merendero se inundaba. Era matemático. Para intentar solventar esta deficiencia casi endémica, el Ministerio de Fomento ejecutó una nueva canalización del río A Tripeira. Se trata de una obra de compensación a Vilagarcía por los trabajos del Tren de Alta Velocidad (TAV).

Aunque la antigua canalización de ese regato era una de las principales causas de que la playa se anegase con frecuencia, todavía queda el deteriorado emisario submarino pendiente de ser mejorado. El edil de Medio Ambiente, Jesús Longa, asegura que durante el verano no se prevén problemas en este enclave puesto que la canalización -ahora a cielo abierto en la desembocadura- del regato está funcionando bien y su bombeo da abasto con el caudal actual.

Aparte de la antigüedad de la red de alcantarillado de Vilagarcía, otro factor que influye en los problemas de saneamiento son las prácticas de algunos vecinos de arrojar residuos por el retrete. Los operarios deben limpiar los filtros de los pozos de bombeo -son una especie de cestos metálicos- en ocasiones hasta dos veces al día para evitar atascos en la red y por tanto vertidos.