Licenciada en Medicina, Carmen Fernández lleva 25 años trabajando en el ámbito de la medicina estética. Preside la Asociación Gallega de Estética que este fin de semana se reúne en A Toxa, Concello de O Grove, para analizar las novedades que existen en el sector, además de alertar sobre la importancia de tratarse con un profesional y huir de las ofertas demasiado económicas realizadas por personas sin cualificación. En las jornadas, que se celebran en las instalaciones del Hesperia Isla de La Toja, participan 150 médicos y 30 laboratorios

-¿Es tan evidente el intrusismo en el sector en Galicia?

-Más que en Galicia yo incluiría a todo el territorio nacional, donde hay una serie de personas que se dedican a realizar una serie de técnicas médicas para las que no están preparados. Estamos hablando de actuaciones invasivas como inyecciones botulímicas que deben realizar profesionales; eso es lo que se paga en un tratamiento. Tampoco se puede frivolizar con los productos que se utilizan porque pueden provocar muchos problemas.

-¿Internet ha ayudado a incrementar el fraude en la medicina estética?.

-Está claro que internet ha hecho mucho daño, porque toda la información que se ofrece no está cribada. Hay determinados productos con base científica, pero otros que no tienen nada que ver con la realidad.

-¿Cómo se puede evitar ser víctima de un fraude?

-Se debe acudir a la clínica de un médico colegiado, que cuenta con las acreditaciones que demuestran que posee sobrada experiencia como profesional. Hace años no existía la suficiente información sobre lo que podía ocurrir si un paciente decidía ponerse en manos de una persona sin conocimientos médicos. Sin embargo, en la actualidad, la gente ha comenzado a concienciarse de que es necesario acudir a un profesional con determinados conocimientos y no dejarse llevar por ofertas muy sospechosas. Un profesional sabe cómo y donde inyectar una sustancia botulímica porque ha recibido una preparación para ello.

-¿Cuáles son los riesgos que corre un paciente si decide ponerse en manos de no profesionales?

-El primero de ellos es no saber qué productos se están utilizando y el segundo es la propia técnica que se utiliza, que puede provocar daños irreparables en el organismo. Sorprende encontrarse con determinada publicidad que se realiza en la que se ofrece una intervención estética por un precio que no se corresponde con la realidad si es realizada por un profesional médico. La gente cuando adquiere un medicamento lo primero que hace es leerse el prospecto para ver cuales son sus componentes, cuales sus efectos secundarios, ... Sin embargo, hasta hace poco tiempo, no se preocupaban de lo que se les inyectaba, eso es un contrasentido. De todas formas, creo que hay que hacer también una lectura positiva del sector, porque existen profesionales óptimos.

-¿Surge la medicina estética de un excesivo culto a cuerpo?

-No lo creo. La medicina estética también es salud, no está focalizada en la búsqueda de un cuerpo 10, sino que más bien está centrada en tratar enfermedades que afectan a la calidad de vida de una persona. Es el caso de las personas que sufren varices o sobrepeso, a las que los profesionales tratamos de buscar una solución adecuada. Incluso podemos ser una medicina preventiva de muchas enfermedades, ya que a cada paciente siempre le realizamos analíticas en profundidad, analíticas que han servido, en más de una ocasión, para detectar a tiempo algún trastorno de gravedad. También es fundamental como medicina complementaria en determinados casos de cáncer, en los que hay que reconstruir la zona afectada.

-Las jornadas también sirven para abordar determinados avances que se han registrado en el sector.

-Ese es nuestro objetivo, analizar las técnicas más novedosas en medicina estética como es el caso de los hilos reabsorbibles o una serie de tratamientos antitabaco que pueden ayudar a los pacientes a dejar el tabaquismo mediante una serie de tratamientos combinados.