Los 118 niños del colegio A Lomba no sabían lo que les esperaba en A Compostela, ya que pensaban que se trataba de una excursión ordinaria. Cuando llegaron, muchos pensaron que el desembarco pirata era real e incluso "algunos se echaron a llorar asustados. Tuvimos que calmarlos, pero al final todos se lo pasaron muy bien", explicaba la jefa de estudios del centro, Mariel Franco. Para organizar un evento de la magnitud de esta fiesta, que congregó a cerca de 250 personas, fue necesaria la colaboración de las maestras de Infantil, que fueron las que organizaron el evento, los padres de los niños, muchos de ellos participaron disfrazados de piratas, y la asociación Rompetimóns, con Pitín Gago a la cabeza, que cedió desinteresadamente las dos embarcaciones.