Hace unos meses los concejales del gobierno de Vilagarcía empezaron a atender a los vecinos en horario de tarde con el objetivo de agilizar sus demandas y, por ende, mejorar el servicio al ciudadano. Los ediles conservadores se iban turnando para que en horario vespertino hubiese representación del Ejecutivo local para escuchar las peticiones de los vilagarcianos. Pero durante el verano las atenciones de tarde se suspenderán, según apunta la portavoz del gobierno, Rocío Llovo, que argumenta esta decisión con la escasa afluencia de vecinos que se prevé que acudan al Concello en horario vespertino durante la temporada estival.

En cualquier caso, Llovo asegura que los concejales estarán disponibles por las tardes para casos concretos, que conlleven cierta urgencia, pero no de forma abierta para todo el público.

Los que también reducirán su jornada de trabajo durante los meses de verano son los funcionarios y otros trabajadores públicos del Ayuntamiento. A partir de este lunes 16 de junio comenzarán el conocido como "horario de verano", que se traduce en que cada empleado municipal trabajará una hora menos al día. Es la dinámica habitual desde hace muchos años y se trata de un acuerdo en Mesa de Negociación entre gobierno y empleados.

Solo en las primeras semanas de atención por las tardes, los ediles del PP recibieron a cerca de un centenar de vecinos. En aquel momento el Ejecutivo vilagarciano hizo balance de la puesta en marcha de la atención vespertina, mostrándose satisfecho con los resultados, teniendo en cuenta que todavía estaba empezándose a conocer el nuevo horario.

Como la inmensa mayoría de los concejales no están liberados -solo lo están el alcalde, Elena Suárez y Rocío Llovo, los tres puntales del gobierno-, estos se turnan para atender a los vecinos de lunes a viernes en las dependencias municipales. Aunque en función de la agenda, también reciben sin pedir cita, a efectos de una mayor organización y eficacia, y para evitar esperas, se recomienda gestionar previamente el día y la hora.

Esta medida se enmarca en la reorganización de personal aplicada por el gobierno de Fole, en la que también se encuentran la instauración de las brigadas de tarde y fin de semana para reducir las horas extra o la ampliación del horario de los trabajadores municipales de 35 a 37,5 horas semanales, dos decisiones judicializadas en las que la justicia finalmente ha la razón al Concello, avalando la legalidad de ambas.