El gobierno de Vilagarcía todavía no ha concretado su apoyo al festival de As Revenidas, que continúa en la cuerda floja pendiente de financiación y de un proyecto a menos de un mes y medio de su posible celebración. El alcalde, Tomás Fole, y la concejala de Cultura, Rocío Llovo, se reunieron la semana pasada con la asociación A Repichoca para abordar el asunto, y se comprometieron a estudiar su propuesta y ver hasta dónde podían llegar las arcas municipales. A finales de semana le darían una respuesta. Pero esa comunicación aún no ha llegado.

Según apuntan portavoces municipales, la apretada agenda del alcalde es la razón por la cual todavía no se ha determinado la colaboración con el festival vilaxoanés.

El año pasado la ayuda municipal consistió en una subvención de 6.500 euros más el coste de la factura eléctrica y la dotación de escenario y equipos de sonido. A Repichoca espera que al menos se mantenga la misma colaboración.

A esta incertidumbre sobre la financiación pública se añade el varapalo que ha sufrido el colectivo. Y es que la Xunta ha denegado la solicitud de Festa de Interese Turístico Galego para As Revenidas, mientras que ha dado luz verde a la de la Ameixa de Carril.

En cuanto al festival de Vilaxoán, los argumentos esgrimidos por la Dirección Xeral de Turismo se basan en la escasa antigüedad del evento. Para poder ostentar el reconocimiento, debe tener un mínimo de 10 años, una "edad" que As Revenidas acaba de cumplir. No obstante, en la Xunta consideran que para que sea singular hay que esperar más tiempo. El gobierno vilagarciano y A Repichoca presentarán alegaciones conjuntas a la resolución del Ejecutivo autonómico. La asociación, que ya era pesimista en cuanto a la posible declaración, cree que los criterios para la concesión del distintivo son "subjetivos".