En el casco urbano de O Grove vuelve a haber semáforos después de muchos años sin ellos. Los operarios de la empresa que ganó el concurso para la instalación de estos dispositivos empezó estos días los trabajos en la avenida de Portugal y Teniente Domínguez, aunque por el momento aún no están operativos. Se trata de unos semáforos con cámara que grabarán a los conductores que los pasen en rojo, enviando el dato a una central desde la que se instruirá la correspondiente sanción.

Los dispositivos se ubican en la avenida de Portugal, la Carretera do Conde, Xoán XXIII y Teniente Domínguez, que son los viales en los que los vecinos pidieron al Concello medidas para reducir la velocidad a la que circulan los vehículos.

En este sentido, los semáforos se complementarán con velocímetros, ubicados en esas mismas calles, y que actuarán como un radar, tomando una fotografía de los automóviles que excedan la velocidad máxima en cada una de esas calles. El concejal de Seguridad Ciudadana y Tráfico de O Grove, Alfredo Bea sostiene que con esta medida se pretende mejorar la seguridad del tráfico en dichas calles.

El modelo en el caso de los semáforos con cámara es similar al que se emplea desde hace unos años en Vilagarcía, con la particularidad de que en O Grove la gestión será privada. Esto quiere decir que la empresa que los está instalando (y que ganó un concurso público) recuperará parte de la inversión mediante las multas, ya que un porcentaje de las mismas (tanto las que se impongan a los vehículos que pasen en rojo como a los que excedan la velocidad) se ingresará en las cuentas de la empresa.

Se da la circunstancia de que estos semáforos se encuentran en algunas de las principales entradas al pueblo, de modo que los semáforos servirán también para recordar a los conductores que entran en un núcleo urbano y que por lo tanto tienen que reducir la velocidad. Antes de optar por la instalación de los semáforos, el gobierno municipal había barajado la posibilidad de colocar unos badenes o pasos elevados, pero algunos concejales consideraron que esta medida perjudicaría a todos los conductores por igual, y que sería más justo un sistema que sancionase solo a los infractores.