El colegio de Vilariño y la asociación de padres de alumnos trabajan para repetir a partir de septiembre el "banco de libros" que este curso pusieron en marcha los padres para los alumnos del segundo ciclo de Primaria, y el propio centro para los tercer ciclo.

La ANPA cree que el resultado ha sido positivo, pues muchas familias se han ahorrado el dinero de los libros gracias al servicio de préstamo.

Así las cosas, la asociación y el colegio cambadés están analizando estas semanas la mejor fórmula de cara al próximo curso. La decisión final podría adoptarse en un próximo claustro, según indicaron ayer fuentes de la comunidad educativa.

Lo que no se contempla es que el banco funcione también para los alumnos de primer ciclo, pues en ese caso los estudiantes escriben y pintan sobre los propios ejemplares, por lo que no sirven para el año siguiente.

En los últimos años se popularizaron los bancos de libros, aunque los colegios que los han instaurado todavía son minoría. En cualquier caso, se trata de una fórmula que podría quedar obsoleta cuando empiecen a funcionar los "fondos solidarios" que contempla la ley de reforma educativa, Lomce, según la cual las familias tendrán derecho a unas ayudas para la adquisición de los libros de texto, pero a cambio tendrán que dejarlos después en el centro educativo.