La mayor parte de las empresas de trabajos aéreos de España se dedican a la extinción de incendios, el rescate de personas en la montaña o el mar, y los traslados sanitarios. Otro grupo importante es el compuesto por las escuelas de formación de pilotos o por aquellas especializadas en trabajos agrícolas, que se ubican fundamentalmente en comunidades con grandes latifundios. Juan José Real, que es comandante de helicóptero y vocal del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac) plantea que la aviación turística o de recreo es un sector todavía muy minoritario en España, hasta el extremo de que solo existiría una empresa de cierta envergadura dentro de este ramo en Cataluña. El piloto vilagarciano del helicóptero accidentado el sábado en Cornazo estaba precisamente a punto de poner en marcha una empresa de trabajos aéreos, enfocada parcialmente a los viajes de ocio.

-¿Cómo calificaría la siniestralidad en el sector de los trabajos aéreos?

-En el Colegio estamos preocupados porque es alto. Estamos esperando la publicación de un Real Decreto que regulará los trabajos aéreos y que lleva dos años de trámite parlamentario. El nuestro es un sector que no está regularizado completamente, y eso, unido a otros factores, produce una mayor siniestralidad. Esta es una actividad peligrosa, con riesgos.

-¿Son más elevados los índices de siniestralidad en España que en otros países europeos?

-Nosotros nos comparamos con nosotros mismos. El índice es alto. En 2011, por ejemplo hubo 20 muertos y 32 heridos de diversa consideración.

-¿Y en qué mejorará la situación ese Real Decreto que esperan?

-Mejorará los requisitos de entrenamiento, de formación continua y de experiencia para acceder a ciertas actividades. También ampliará la capacidad de las compañías para la formación de sus trabajadores y regulará las condiciones de actividad en base, como son las horas de trabajo o los descansos.

-¿Tan importante es que se regule por ley la formación?

-Sí, puesto que cada trabajo aéreo requiere una formación específica. Los pilotos suelen venir del Ejército o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero no tienen una formación específica en incendios o traslados sanitarios, por ejemplo, que tienen sus propios factores de riesgo.

-Una de las hipótesis que se maneja para explicar el accidente del helicóptero de Vilagarcía es que se averiase la transmisión del rotor de cola. ¿Se trata de un incidente muy grave en vuelo?

-Sin duda. El rotor de cola es un elemento fundamental para la estabilidad del helicóptero. Los problemas con el rotor exigen una respuesta muy rápida y muy precisa por parte del piloto, ya que todo se desencadena en cuestión de unos pocos segundos. Es una de las emergencias más complicadas con las que se puede encontrar un piloto.

-¿Y es frecuente que un aparato pierda piezas en vuelo?

-No, en absoluto.

-¿A qué podría deberse eso?

-La mecánica falla cuando no se atiende debidamente porque no se aplican los procedimientos del fabricante o se aplican mal. Es muy raro que los pilotos nos encontremos con ese problema.

-La pericia del piloto ante una emergencia debe ser esencial.

-El conocimiento técnico de las maniobras y de las capacidades de cada helicóptero, puesto que cada helicóptero es distinto, son uno de los pilares de la seguridad.

-¿La aviación comercial es un sector en el que se detecten muchos casos de empresas que intentan evitar las normas para aumentar la rentabilidad?

-En este sector las empresas están interesadas en que los trabajos se hagan bien y en este sentido no deben poner atajos a la seguridad.