El Servicio Municipal de Emerxencias de Vilagarcía llevó el peso del operativo. La búsqueda fue complicada inicialmente, pero el presidente del grupo, Francisco Javier Guillán Busto explicó ayer que empezaron a hacerse una idea de donde podría haber caído el aparato "cuando el piloto nos explicó que desde donde él estaba se veía un viaducto y que por allí cerca pasaba un río".

La localización se concretó en cuanto el piloto les envió su posición mediante las coordenadas de GPS. Pero aún entonces hubo momentos complicados. El piloto había cortado el paso del combustible y la corriente de la batería, pese a lo cual fue necesario enfriar el aparato para evitar cualquier riesgo de explosión, ya que la tierra estaba impregnada de combustible.

Después, ya con noche cerrada, hubo que abrir un camino por el monte para trasladar al herido en quad, pues ningún otro vehículo podía llegar allí. Finalmente, custodiaron los restos hasta las 3 de la mañana.

Busto resumía ayer el sentir de muchos de los que pasaron por la zona y vieron el angosto lugar donde fue a caer el helicóptero. "Suponemos que fue una maniobra del piloto, porque las tripulantes dijeron que caían muy despacio. Sea como sea han tenido mucha suerte, porque a menos de 25 metros hay una línea de alta tensión... Lo raro es que no estemos hablando de otra cosa tras la caída de un helicóptero en vuelo".