Cerca de cuarenta personas acudieron ayer, en la Galería Besada, a un acto en el que confluyeron dos corrientes artísticas tan recomendables como complementarias y compatibles. Se presentaba el libro "Os santos nunca dormen", de la grovense Teresa González, y se inauguraba la exposición "Almas de cántaro", de la sevillana Virginia Bersabé, que de este modo vuelve a introducir la figuración española en la sala de arte y exposiciones que dirige Carlos Álvarez Besada, situada en la calle de Concepción Arenal.