Un buen número de placeros de Vilagarcía se reunió ayer a mediodía en asamblea para decidir las medidas a tomar ante el desacuerdo generalizado con el plan de aparcamiento diseñado por el Ayuntamiento para el entorno del mercado, que fundamentalmente consiste en convertir García Caamaño en zona de carga y descarga, lo que impide a los vendedores dejar estacionados allí sus vehículos toda la mañana. Actualmente los únicos que aparcan en la peatonal son los pescaderos para poder tener a mano la mercancía que no cabe en el puesto y debe permanecer en las furgonetas isotérmicas.

En la reunión los placeros decidieron solicitar una reunión urgente con el alcalde, Tomás Fole, para abordar el asunto y trasladarle en persona que rechazan de forma tajante la propuesta del Concello. "Si no nos recibe esta semana, el lunes iremos todos a Ravella hasta que nos atienda", advierten desde la directiva.

Aunque esta protesta está por ver si se realizará, la que sí está asegurada es el empapelamiento del mercado con carteles en los que los comerciantes reivindicarán sus reclamaciones.

Quieren que García Caamaño sea una calle "semipeatonal", de forma que en la parte asfaltada -la más cercana a la verdura- se permita aparcar a los pescaderos durante toda la mañana. "Sería un coche por puesto", puntualizan. Los placeros también plantean que en la parte peatonal se permita aparcar a los clientes, aunque sea por un tiempo limitado. La propuesta del Concello recoge la ampliación de los horarios de carga y descarga.