La CIG sostiene que el inspector de Trabajo llegó a primera hora de la mañana para acompañar a las trabajadoras de Viaxes Silgar con sentencias judiciales de readmisión, y que fueron dadas de alta de oficio en la Seguridad Social en Nurtime. La sindicalista Ester Campoamor añade que el objetivo era garantizar la reincorporación a la residencia, pero que esto no fue posible por la oposición del empresario. Según la delegada de la CIG, Enrique Martínez solo dejó entrar en el centro al inspector y le comunicó que no readmitiría a las cuatro exempleadas a pesar de las resoluciones judiciales. Este periódico intentó ayer sin éxito hablar con el gerente de la empresa para conocer su versión de los hechos.

La CIG emitió posteriormente un comunicado en el que apunta que el comportamiento de Martínez "nos da la razón" y demuestra que "este tipo de empresarios no están habilitados para dirigir ninguna empresa, de lo que esperamos que tome nota la justicia". El sindicato nacionalista pretende que los jueces declaren que el proceso concursal en que está inmersa la residencia de Vilanova sea declarado "culpable", con lo que el empresario podría tener que responder con su patrimonio personal de las deudas del grupo.