Cierto es que la reducción de la siniestralidad es una constante de los últimos años pero durante 2013 ha habido algunos dramáticos con resultado mortal, por lo que los sindicatos consideran que no se debe bajar la guardia.

Los más graves del pasado año han afectado a O Grove si bien la tragedia salpicó también a Vilagarcía y Ribadumia.

Dos fueron los accidentes más graves de O Grove que se han registrado en poco menos de año y medio, el último a mediados de febrero de este mismo año cuando dos camioneros fallecieron en Fuentes de Ropel, cerca de Benavente, al regresar con un camión cargado de fruta hacia su localidad.

El otro siniestro con consecuencias trágicas se produjo en septiembre de 2012, cuando otros dos operarios murieron asfixiados por gas cuando limpiaban una fosa séptica.

Similar consternación se produjo en julio del pasado año en Ribadumia cuando un obrero de la localidad, J.J.H.P, de 40 años, fallecía enterrado dentro de la zanja que cavaba para una obra.

Ya en octubre de 2013 se registró otro accidente de un joven vilagarciano, en esta ocasión atropellado por el camión que conducía su propio padre en el puerto de Barcelona.

El resto de siniestros tuvo menores consecuencias como el de tres trabajadores que resultaron heridos al caer la carga de vidrio de la furgoneta en un hotel de A Toxa; otro operario de Larsa cuyo brazo quedó atrapado por una máquina o el empleado de la orquesta Panorama que cayó del escenario, por citar algunos ejemplos.