-A mediados de la década pasada UPTA estaba pactando muchas mejoras para los autónomos con el Gobierno socialista, que incluso cristalizaron en 2007 en un Estatuto histórico. ¿Qué mejoras han quedado por el camino o convertidas en papel mojado con la crisis o el cambio en La Moncloa?

-Este Gobierno, el Ministerio de Empleo no está siendo ajeno en absoluto a nuestras necesidades. Sigue preocupado por nosotros y mantenemos reuniones periódicas para mejorar la situación del sector. Pero hay dos aspectos del Estatuto del Autónomo que todavía tenemos que concretar. Por un lado se encuentra la prestación por desempleo para los trabajadores autónomos. Y en segundo lugar tenemos que tratar de no perder los derechos sociales que adquirimos con el Estatuto, como la baja por maternidad o el reconocimiento del accidente laboral o "in itinere". Es cierto que vamos lentos y fuera de plazo, pero la crisis nos cogió a todos por el medio y también ha afectado a nuestros derechos.

-Muchos profesionales consideran que sufren una carga impositiva muy elevada.

-Porcentualmente, los impuestos que soportamos los autónomos son más elevados que los que pagan las grandes fortunas. Por otra parte, ahora se habla de la supresión del sistema de módulos, que lleva funcionando bien desde hace 40 años. Quitarlo podría aumentar la economía sumergida.

-En España hay millones de autónomos, con unos problemas muy parecidos. ¿Por qué nunca cuajan los partidos políticos del sector?

-Lo que necesitan los autónomos son organizaciones profesionales, potentes y bien estructuras que les representen. La política es para los partidos.