En torno a un centenar de vecinos participan como actores o extras -lo que en Paradela conocen como "pueblo"- en la Semana Santa Viviente de esta parroquia de Meis. Muchos de ellos ultimaban ayer los preparativos para el primer día grande de los actos, tras el "aperitivo" que supone la escenificación de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomos de un burro, que tuvo lugar el Domingo de Ramos.

Un grupo de vecinos acudió al atrio de la iglesia parroquial pasadas las cinco de la tarde para montar el escenario sobre el que tendrán lugar esta noche desde la Última Cena hasta el juicio de Jesús por el Sanedrín. Mientras, algunos de los niños que leerán poemas el Domingo de Resurrección, en la última representación del programa, ensayaban en la Casa da Fábrica, una pequeña construcción anexa a la iglesia en la que los vecinos guardan también el decorado y los trajes.

Interés turístico

La parroquia meisina afronta este año si cabe con más mimo las escenificaciones, porque es la primera vez que las predicciones meteorológicas son buenas tanto para el Jueves como para el Viernes Santo desde que la fiesta fue reconocida de Interese Turístico Galego, en 2010. Desde entonces, la lluvia deslució en mayor o menor medida algunos de los momentos centrales de la programación, lo que también redujo la afluencia de público.

La Semana Santa de Paradela incluye algunas novedades este año, aunque las principales son las que afectan al reparto, pues ha habido cambios en algunos de los papeles principales. El más notable es, sin lugar a dudas, el de Jesús, que este año representa Marcos Roma, un carpintero de aluminio que en las últimas ediciones hizo de soldado romano y que toma el testigo de Enrique Barros, que encarnó a Jesucristo durante la última década prácticamente de forma ininterrumpida.

La organización recomienda a los visitantes acudir con tiempo para aparcar, ya que el jueves por la noche, pero sobre todo el viernes por la mañana, la aldea se llena de gente de toda la comarca. En este sentido, se habilitarán espacios para estacionar en parcelas próximas al Monte da Croa, que es donde tendrán lugar los actos centrales del Viernes Santo.