Las rías gallegas afrontan un nuevo episodio tóxico que afecta a los moluscos bivalvos cultivados en viveros flotantes, y particularmente al mejillón. Su consumo está permitido, ya que no hay riesgo alguno para la salud pública si se comercializa y adquiere por los cauces reglamentarios. Pero, evidentemente, supone un trastorno para el sector mitilicultor, ya que los controles diarios fuerzan la prohibición de extracción de las zonas afectadas y los mejilloneros vuelven a quedarse de brazos cruzados.

Es lo que popularmente se conoce como "marea roja", aunque en realidad no lo es, sino que se trata de un incremento de células de tipo lipofílico, entre las que se encuentra la conocida toxina diarreica (DSP).

Su reaparición, cuando aún resuenan los ecos de un año 2013 especialmente duro para el sector, ha obligado a cerrar ya los ocho polígonos existentes en la ría de Pontevedra y cuatro de los disponibles en Arousa.

Como se esperaba y se había pronosticado la semana pasada, pues suele ocurrir cada primavera, a causa del proceso denominado afloramiento -que entraña la renovación de las aguas interiores y un aporte de nutrientes-, este episodio sigue su inexorable avance, y previsiblemente va a extenderse en próximos días también a las rías de Vigo, Muros-Noia y Sada.

La historia se repite

El episodio iniciado ahora es prácticamente calcado del que se registró en 2013. El año pasado el aumento de células hizo que se cerrara el Portonovo A el 13 de marzo, para en días posteriores completarse la inactividad total de las bateas de la ría pontevedresa, extendiéndose el episodio a las de Vigo y Arousa el 2 de abril.

En esta ocasión los cierres arrancaron el 28 de marzo en el Portonovo C, continuaron por los Bueu B, A2 y A1 y siguieron su avance, para decretarse ayer la prohibición de extracción en los Portonovo A, Cangas A y Grove C1, C2, C3 y C4.

Esto es tanto como decir que si se mantiene la tendencia del año pasado muy pronto estarán cerradas prácticamente todas las bateas de la comunidad autónoma.

Cabe explicar que en 2013 el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), dirigido por Covadonga Salgado y dependiente de la Consellería do Medio Rural e Mar, emitió un total de 374 notificaciones de apertura o cierre por biotoxinas, es decir, partes o resoluciones prácticamente diarios que pueden referirse a uno o varios polígonos e indican en cada momento en qué situación se encuentran las bateas, para determinar si es posible extraer mejillón o no.

Esas 374 notificaciones confirman que el pasado fue un año especialmente complicado para el sector -aunque no el peor de la década-, ya que en 2012 habían sido 288 boletines y en 2011 un total de 348 los informes emitidos por el Intecmar.

Desde este centro asentado en el muelle de Vilaxoán (Vilagarcía), que es el laboratorio de referencia para el sector y la pieza clave para garantizar al consumidor la calidad y salubridad de las aguas gallegas y sus productos, realizaron 185 notificaciones en 2010, 293 en el año 2009, 178 en 2008 y 141 en el ejercicio 2007.

Los episodios tóxicos, que constituyen un proceso totalmente natural con el que están acostumbrados a convivir los bateeiros gallegos, habían sido especialmente intensos en 2006, con 398 resoluciones de apertura o cierre, y sobre todo en 2005, con nada menos que 566, mientras que en el año 2004 Intecmar emitió 403 informes.

Desde abril a agosto

Aclarado todo esto, que permite al lector hacerse una idea del control al que están sometidas las células tóxicas, y en consecuencia el ciclo de cultivo del mejillón gallego, cabe reflexionar sobre lo sucedido el año pasado.

No está de más recordar que la "marea roja" estuvo presente en toda Galicia prácticamente desde principios de abril hasta finales de agosto, y de nuevo desde comienzos de octubre hasta finalizar el año. O dicho de otro modo, que el sector apenas dispuso de enero, febrero, marzo y septiembre para extraer producto con cierta normalidad, lo cual trastocó por completo un ciclo de cultivo que, por si fuera poco, en invierno se vio severamente castigado por los temporales.