Los padres están preocupados y piden soluciones al Concello de O Grove. En el parque infantil de Terra de Porto, donde hay una espaciosa área de juegos con canchas polideportivas, pista de lanzamiento para el juego de la llave, columpios y otros elementos de ocio, la inseguridad parece ir en aumento. Los progenitores reclaman medidas de protección y la reparación de los desperfectos.

Lo que más parece preocupar es la importante cantidad de balones que salen a la calle y a la carretera anexa. Aunque en su momento se colocaron elementos de protección y el Concello instaló redes para que los balones no se fueran al mar, ya que el parque está casi bañado por la ría, hay una parte de esta superficie de ocio que carece de ella.

La ausencia de redes u otros elementos que frenen los balones hace que se escapen con excesiva frecuencia hacia la calzada, por lo que es frecuente ver cómo los niños salen corriendo e incluso se cruzan ante los coches para recuperarlos.

La situación se agrava debido a la ausencia de una de las planchas de metacrilato laterales. Se pusieron en el perímetro de la pista polideportiva, pero una de ellas desapareció hace tiempo y no se repuso. La carencia de este elemento no solo permite que salgan los balones, sino que sobresalen los hierros de sus sujeciones, lo cual entraña un riesgo añadido para los niños cuando juegan en dicha cancha.

Por si fuera poco, y como se denunciaba hace días, hay viales de circulación o calles interiores en esta zona de ocio que tienen el firme totalmente destrozado. Las dificultades para caminar son enormes, sobre todo para las personas mayores y los progenitores que tienen que transitar con sillas o carritos de bebé.

"Es una zona de ocio muy importante a la que cada día acude una gran cantidad de personas, pero necesita de un buen proyecto de reparación o mantenimiento", explica el dueño de un bar próximo. "Era uno de los mejores parques de O Grove, pero ahora está en condiciones penosas y cualquier día va a ocurrir una desgracia", espeta la madre de un niño. "El mío aún no tiene edad suficiente para quedarse solo, por eso lo acompaño cada vez que viene -argumenta-; pero desde aquí -dice refiriéndose a un banco en el que está sentada- veo a diario como los otros chicos, algunos ya mayorcitos, se suben a las porterías, saltan sobre las vallas o salen corriendo a la carretera para recoger los balones".

Otra mujer que pasea por la zona explica que "realmente no hay que hacer una inversión muy importante para poner esto a punto, ya que con que manden a los operarios del Concello a trabajar aquí un par de mañanas estará todo solucionado y no habrá que gastar demasiado dinero en los materiales que hacen falta".