El tejado de la iglesia del convento de Vista Alegre, en Vilagarcía, sufre unas deficiencias que serán subsanadas esta primavera. Desde hace un tiempo, la vegetación crece en algunas zonas de la cubierta, hasta el extremo de que es visible desde la calle, y se han detectado filtraciones de agua en tres puntos del tejado, localizadas en el entorno del cimborrio, que es la torre situada encima del crucero.

Las madres agustinas recoletas prevén realizar una obra de mantenimiento y ya han hablado con la misma empresa que hace un par de años acometió la renovación de una parte del tejado del convento. La actuación empezará en cuanto se consolide la mejoría del tiempo, según explicó ayer una hermana de la comunidad, y se costeará con los fondos obtenidos de limosnas y una aportación de los agustinos recoletos.

El convento de Vista Alegre es el principal monumento de Vilagarcía, y su gran reclamo turístico para los interesados en el patrimonio cultural. Lo mandó levantar en el siglo XVI Rodrigo de Mendoza, abad de Teverga (Asturias) que era descendiente de uno de los fundadores de la ciudad de Vilagarcía. Tiene la declaración de Monumento Nacional y se conservan varios elementos de la construcción original, como el escudo del primer marqués de Vilagarcía, las chimeneas o las torres almenadas. Desde un punto de vista emotivo también se trata de un lugar muy querido por miles de vilagarcianos por ser donde se celebra en mayo la fiesta de Santa Rita. En el convento viven siete monjas.