La procesionaria del pino ya está aquí. Esta llamativa oruga inicia las llamadas procesiones de enterramiento, de tal forma que abandona los bolsones que forma en los árboles y emprende su camino para buscar el lugar idóneo en el que enterrarse y crisalidar. Ya ha sido vista en montes de la comarca como el de Siradella (O Grove), por lo que cabe recordar un año más que puede resultar peligrosa.

A pesar de su vistosidad y de que en apariencia pueda resultar inofensiva, esta oruga posee pelos urticantes que pueden causar importantes problemas tanto al ser humano como a los animales, de ahí que sea especialmente recomendable tomar medidas preventivas cuando se pasea a los perros.

En la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA) inciden en que la Thaumetopoea pityocampa realiza procesiones de enterramiento que pueden resultar "un fenómeno vistoso y pueden atraer la curiosidad de las personas; pero es muy importante no acercarse a ellas, y por supuesto no tocarlas, pues sus pelos urticantes pueden causar irritaciones de piel y ojos, picores o incluso rinitis y otros problemas respiratorios".

En el caso de los perros, "pueden sufrir este tipo de efectos e incluso necrosis en la trufa o en la lengua, debido a su carácter curioso, por lo que se debe evitar que se acerquen a las procesiones de la oruga".

A Toxa

Hay que recordar que la procesionaria ya se presentó con fuerza en años anteriores en diferentes montes de la comarca, pero de manera especialmente llamativa en la isla grovense de A Toxa.

Desde la concejalía de Medio Ambiente pusieron en marcha diversas campañas para tratar de erradicar esta plaga. Así las cosas, se instalaron trampas de feromonas y aplicaron tratamientos, pero sobre todo destacó la apuesta por los métodos naturales y la implicación de los niños y sus familias.

Hace un par de años medio centenar de escolares tuvieron la oportunidad de elaborar cajas nido en sus propios hogares para después trasladarlas a la isla y colgarlas de los pinos, tratando así de incentivar la reproducción de pájaros como el carbonero y otras especies insectívoras cuya sola presencia en la isla pueda ayudar a combatir la invasión de orugas.