La isla de Cortegada estuvo esta noche de estreno. Por primera vez, un grupo de voluntarios del programa de mantenimiento medioambiental de la Xunta pasó la noche en la casa que Illas Atlánticas restauró recientemente. Son seis jóvenes procedentes de diversos puntos de la geografía gallega y que tienen en común su preocupación por la conservación de la naturaleza.

El grupo realizó ayer labores de limpieza a lo largo de todo el litoral de la isla. Los empleados de Corticata los trasladaron por la mañana y, acompañados por un vigilante, comenzaron a recoger todo tipo de desperdicios transportados por los sucesivos temporales de los últimos meses. El viento también provocó la caída de varios árboles, aunque no causó daños en las construcciones de la isla.

Una experiencia novedosa

Una de las participantes, Carmela Cañedo, ambientóloga de Noalla (Sanxenxo), explica qué tipo de objetos se encontraron. "Recogimos restos de plásticos, nasas de pulpos, cuerdas de las bateas, bastoncillos de los oídos, plásticos de tampones, botellas de vidrio e incluso un neumático de camión que nos costó mucho desenterrar. Aún así, el trabajo está siendo llevadero".

Para esta joven es su primera vez en el paraíso carrilexo. "Estoy muy concienciada en el voluntariado ambiental, como todos nosotros, y pasar un fin de semana en Cortegada me parecía una oportunidad única". Carmela Cañedo opina que "la isla está muy bien conservada, aunque se nota mucho la actividad humana en ella". Lo que más le llamó la atención fueron "el bosque de laurel y las construcciones que hay en la isla".

Otro de los voluntarios, Víctor Eiras, enfermero procedente de A Coruña, comenta que "es la primera vez que vengo a Cortegada. Es muy diferente a las demás islas del Parque Nacional. Tiene más árboles, está situada dentro de la ría y es menos salvaje". Eiras estuvo el pasado año en las Ons realizando la misma actividad. "Encontramos muchos restos de actividades marítimas y botellas de plástico", explica sobre la limpieza de ayer.

Por la noche, los participantes pensaban refugiarse en la casa de estreno que, sin grandes comodidades, tiene lo justo para poder pernoctar. Muy cerca dispusieron de aseos y cocina (en la casa de los vigilantes).

Durante el día de hoy, y hasta aproximadamente las cuatro de la tarde, los voluntarios se dedicarán a eliminar especies vegetales invasoras, aunque la mayoría de estas plantas todavía no se desarrollarán hasta llegada la primavera.