La Fundación Santa María la Real de Palencia ha catalogado casi 170 monumentos románicos en la provincia de Pontevedra, de los cuales 20 están entre la comarca de O Salnés y los municipios del Ullán (Pontecesures, Valga y Catoira). Así se desprende de la Enciclopedia del Románico español que la fundación está confeccionando, y cuyos tomos de Pontevedra y A Coruña presentó anteayer en Santiago.

La mayoría de los monumentos inventariados y descritos por la fundación de Palencia -la "capital" española del arte románico- en O Salnés y Ullán tienen entre 700 y 800 años de antigüedad y se localizan en los ayuntamientos del interior de la comarca, ya que entre Meis, Ribadumia y Meaño reúnen 11 referencias.

En Meis se encuentran algunos de los monumentos más destacados, como la iglesia y el monasterio de Armenteira, tildada metafóricamente por algunos como "catedral do Salnés". Otra de las iglesias más importantes es la de Santo Tomé de Nogueira, ubicada sobre un antiguo castro en el que en el siglo II se encontró un ara votiva que según el profesor Mario Gallego fue probablemente la ofrenda a una divinidad pagana de alguien que iba a realizar un largo viaje por mar. De esta iglesia destacan especialmente las pinturas murales situadas tras el altar.

Otra de las iglesias de origen románico más conocidas de Meis es la de San Salvador, que conserva varios elementos de la construcción original. Posteriormente, se colocaron en la cara exterior del muro del atrio varias piezas de un baldaquino del siglo XVI, que representan escenas religiosas, y que llaman mucho la atención de los visitantes. En San Vicente de Nogueira se sitúa otra iglesia destacada, pues es lo que queda de un monasterio poblado en el siglo X por monjes benedictinos procedentes de Carboeiro, en Silleda. Se conservan en buen estado varios capiteles exteriores y también son destacados el ábside semicircular -con un gran número de canecillos- o la puerta orientada al Oeste.

También figuran en la enciclopedia de Santa María la Real las iglesias de San Martiño de Meis y Santa María de Paradela. No aparece, sin embargo, la capilla de O Mosteiro, considerada otra de las joyas del románico arousano.

De Ribadumia, por su parte, los expertos de Santa María la Real se han fijado en las iglesias de Lois, Barrantes y Besomaño. Esta última, de pequeñas dimensiones, se reedificó por completo en el siglo XVIII, por lo que no conserva demasiados elementos medievales. Y los que quedan aparecen muy erosionados, como los canecillos. Este templo es singular en la zona por su torreta circular de acceso al campanario, aunque no se trate de una solución románica.

En Barrantes, modificada entre los siglos XV y XVI, destacan los restos de un baldaquino empotrados en la parte interior del presbiterio, al lado de la sacristía, así como los capiteles reutilizados como fuentes en el exterior del templo, tanto en la parte frontal como posterior. Finalmente, de la iglesia de Lois los expertos destacan que responde a la tipología tradicional del románico gallego, con nave y ábside rectangulares, techados con madera y con una bóveda de cañón, respectivamente.

Meaño es otro de los municipios de visita obligada para los aficionados al arte medieval. La iglesia de San Xoán de Meaño es muy conocida por la veintena de canecillos que decoran los aleros. Son fundamentalmente de tres tipos: vegetales y geométricos, de animales, y obscenos o admonitorios. Entre los segundos hay cabezas de animales tanto reales como mitológicos, aunque los que suelen llamar más la atención son los obscenos, concebidos, según algunos historiadores, para persuadir a los feligreses de cometer pecados y, según otros porque en la Edad Media existía una visión más tolerante con la sexualidad. Entre estas figuras las hay de onanistas o exhibicionistas.

La otra iglesia de Meaño que aparece en la Enciclopedia del Románico es la de Simes. Precisamente, en este templo se van a realizar obras de mantenimiento, pues hay filtraciones de agua y humedad por el lucernario. De hecho, actualmente está tapado con un gran plástico.

El monasterio de Armenteira es del siglo XII y se sitúa en una falda del Monte Castrove, en uno de los parajes de media montaña más espectaculares de O Salnés. Desde el punto de vista arquitectónico, destacan la fachada de la iglesia, con el rosetón, la escalinata y los seis pares de arquivoltas, la bóveda del crucero, ya en el interior, y el claustro del recinto conventual. En el recinto viven en la actualidad una decena de religiosas, que también gestionan una hospedería y una fábrica artesanal de jabones.

El monasterio y la iglesia de Armenteira configuran uno de los monumentos más visitados de O Salnés, y la Diputación y la Xunta invirtieron varios millones de euros en los últimos años en el entorno. Así, se construyó una pousada en una colina ubicada a escasos 300 metros; se rehabilitó la iglesia en varias fases; se abrieron la Ruta da Pedra e da Auga y una plaza pública con aparcamiento; y se mejoró ostensiblemente la carretera. En Armenteira también se celebra los Lunes de Pascua una de las romerías más multitudinarias de la comarca, la de la Virgen de las Cabezas.

Ruta turística

En Palencia hace tiempo que pusieron en marcha una Ruta del Románico, concebida precisamente como una apuesta turística centrada en la historia y la cultura, y complementada con la gastronomía. También en Galicia se han aferrado a esta etiqueta, ya que en la Ribeira Sacra cuentan con una ruta que pasa por algunos de los principales monasterios e iglesias de la comarca. La salida es desde Ourense, y la propuesta combina el disfrute de la arquitectura con la posibilidad de ver los cañones del Sil desde un barco o de visitar una bodega.