Esperan que juegue a favor de sus negocios la pousada que la Diputación construye en la localidad y que puede atraer a gente. Sin duda, el mejor colocado para sacar partido de ella es el "Lar de Outeiro", más conocido como "furancho de Quinteiro", que está situado a pie mismo de la citada pousada. Manuel García Fernández, que lo regenta a sus 65 años, vio como la empresa constructora de la que era propietario fue, como otras, pasto de la crisis, y vive hoy entregado a su local de vinos: "`Por mi bodega solían venir amigos y conocidos a tomar el vino -explica este exedil del concello hace unos años con Jorge Domínguez- y fueron precisamente dos de ellos que eran de O Grove los que me empujaron a montar el furancho hace casi 14 anos". "¿La Pousada? Es una expectativa buena para todos, y también para nosotros" afirma. Algunos otros locales -hasta seis más- permanecen cerrados en esta época del año. Unos por la crisis, otros porque aún no han abierto para ofrecer su excedente de vino de la cosecha 2013, y otros por una normativa que consideran muy dura.