Con el paso de los meses, alguna de las leyendas sobre el castro de Ribadumia, aquel que en su día habitaron los mouros, se desinfla, como es el caso de la llamada "Pedra da Santa".

Tras las excavaciones en el entorno de esta roca granítica se ha podido comprobar que se trata de una roca natural por lo que, seguramente, nunca tuvo relación con cuestiones religiosas, como se entendió siempre ya que en la base sobresalen una especie de peldaños naturales y en la parte alta daba la impresión de contar con una pila de agua.

Como se indicó en sucesivas ocasiones, el "bolo" se encuentra ubicado en un punto estratégico del castro, ya que su colocación indica la dirección del orto, y por tanto la estrecha relación con la agricultura o el cambio de las estaciones meteorológicas.