Varios servicios de emergencias de la comarca de O Salnés están en alerta después de que la comarca registrase tres incendios forestales durante las últimas 48 horas. El más grave empezó poco antes de la medianoche del lunes y se aproximó a un grupo de viviendas y naves industriales de Cambados, aunque finalmente no fue necesario desalojar las instalaciones.

El fuego se declaró sobre las 23 horas en el polígono industrial de Sete Pías (Cambados). Los primeros en llegar al punto fueron los bomberos, que tienen su parque a apenas 300 metros de distancia. Pero al llegar al lugar se encontraron con el problema de que no podían hacer gran cosa, puesto que los accesos a la zona que ardía eran demasiado estrechos para sus camiones, y porque además los bomberos no disponen de material ni herramientas específicas para los incendios forestales.

Así las cosas, lo que hicieron fue organizar el inminente operativo y localizar en colaboración con los vecinos un camino por el que sí podrían acceder más tarde los camiones de extinción de las brigadas forestales, más estrechos. Estos se presentaron en la zona una media hora después y se pusieron manos a la obra. Para entonces, el fuego se había acercado por la cola a unas viviendas de la aldea de Oubiña, aunque el frente se dirigía hacia las naves del polígono industrial de Sete Pías.

Así las cosas, se dispuso la motobomba de Protección Civil de Cambados junto a una de las casas que estaban en peligro, mientras que en la zona del parque empresarial se dispuso otro camión, ya que inicialmente las llamas iban hacia allí. "Se protegió el polígono, que era lo que más riesgo corría inicialmente, ya que era hacia donde iba el frente del fuego, el viento y el desnivel", relata uno de los efectivos que trabajaron en la extinción del fuego.

Los profesionales estaban especialmente preocupados por la presencia en la zona de una nave en cuyo exterior había 1.000 litros de gasoil almacenados. Para proteger esa zona se dispuso allí otro camión. Los vecinos salieron de sus casas y observaban con preocupación el desarrollo del fuego, alimentado por las ráfagas de viento.

Los trabajos fueron arduos, pese a que se congregaron en el punto una quincena de profesionales de extinción con siete camiones. De hecho, aunque el fuego se dio por controlado sobre la una de la mañana, lo que evitó tener que ordenar el desalojo de viviendas o naves industriales, todavía había llamas de cierta entidad sobre las cuatro de la madrugada, y quedó en la zona toda la noche una cuadrilla de retén, que se dedicó a regar la zona hasta bien entrada la mañana.

Además de los bomberos y Protección Civil de Cambados, acudieron al incendio las brigadas de Sanxenxo y Meis y las dependientes de la Xunta.

El balance provisional apunta a que ardieron entre tres y cuatro hectáreas de monte arbolado -entre 30.000 y 40.000 metros cuadrados-, y finalmente las llamas quedaron a un centenar de metros del polígono y a unos 50 de la vivienda de Oubiña más próxima al fuego. Las primeras investigaciones apuntan a que había un único foco de origen.

Posteriormente, sobre las 14,15 horas de ayer volvieron a salir los equipos de extinción, pues los vecinos alertaron de que las llamas habían brotado de nuevo en la zona quemada. La actuación fue rápida y permitió atajar el conato.

Dos en Meis

En las últimas 48 horas también se registraron dos incendios en Meis. Ayer por la mañana ardió en Couso, una pequeña aldea situada en las proximidades de Armenteira. El incendio se localizó en las proximidades de la Ruta da Pedra e da Auga, pero fue sofocado con celeridad, por lo que no hubo demasiados daños. Pero fue el incendio del lunes por la tarde, registrado en Nogueiró de Arriba, en la parroquia de San Tomé.

Los daños al final no fueron excesivos, pero el fuerte viento empujaba las llamas hacia el Castrove, de ahí que desde la Xunta se movilizase un amplio operativo que incluyó medios aéreos -dos helicópteros y dos avionetas-, así como la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales, que tiene su base en Vilamarín de Laza (Ourense). También se llamó un hidroavión, aunque al final no actuó.

Así las cosas, algunos de los servicios de emergencia de O Salnés están especialmente alerta estos días y aumentaron el número de retenes y de personal pendiente del teléfono.