El incendio forestal que se propagó en la tarde del lunes en la parroquia de Dimo, en Catoira devastó una superficie de 25 hectáreas de bosque arbolado, según admitió en el día de ayer la Consellería de Medio Rural de A Xunta. Lops vecinos aseguran que fue intencionado pues se han visto tres focos distintos y aseguran que también observaron como un coche huía de la zona a gran velocidad.

El fuego se registró a las 16,56 horas de la tarde en el monte Xiabre por la parte que pertenece a esta localidad. Desde el primer momento la magnitud del incendio se esperaba ya que el humo se apreciaba desde las diferentes localidades de O Barbanza, el olor a humo se instalaba en los diferentes municipios y los helicópteros y aviones antiincendios no dejaban de sobrevolar la zona.

El fuego empezó en varios focos, admite la Xunta -lo que puede apuntar a que el incendio podría haber sido provocado- y para su extinción se convocó a un amplio dispositivo llegado desde diferentes puntos. En concreto, participaron en el operativo seis helicópteros y siete aviones que trabajaban recogiendo el agua en el río Ulla, en la zona de Abalo, un técnico, cinco agentes forestales, diez brigadas, cinco motobombas y dos palas excavadoras. El operativo finalmente consiguió extinguir las llamas a las 2,12 horas de la madrugada.

Otro incendio en Saiar

En la misma tarde se propagaba otro fuego en la parroquia de Saiar, que pertenece al concello de Caldas de Reis. Las llamas comenzaron a las 20,58 horas, tal y como confirma la Xunta, y no pudo ser controlado y finalmente extinguido hasta las seis de la madrugada.

Este incendio todavía tuvo una mayor repercusión en la superficie -se estima que están quemadas 45 hectáreas de monte a pesar de que todavía no estaba hecho, en la tarde de ayer, el parametrizado por lo que el número podría ascender- pudo ser porque en ese momento muchos de los servicios aéreos estaban trabajando en la extinción del fuego de Catoira y el trabajo resultaba más complicado haciéndolo con medios terrestres.

En los trabajos de extinción de este fuego -que tampoco se descarta que pudiera ser intencionado por alguna persona- trabajaron cuatro agentes forestales, catorce brigadas, un técnico, trece motobombas, dos palas excavadoras y tan sólo dos helicópteros pues era de noche.

El humo y el olor a quemado invadió las localidades colindantes, y por supuesto Caldas de Reis, durante toda la jornada.

Estos dos siniestros registrados en la tarde y noche del lunes y que suma un total aproximado de 65 hectáreas quemadas en los concellos de Catoira (25) y Caldas de Reis (40) son los más agresivos de lo que va de verano en las localidades de O Salnés y de Ullán. Las elevadas temperaturas y el viento favorecieron la propagación.