La dimisión de Francisco González al frente de la Concejalía de Cultura ha abierto un periodo de transición en el gobierno vilagarciano. La edil de Educación, Rocío Llovo, tomará las riendas de la política cultural tras la renuncia de González, pero lo hará poco a poco. Según afirma la propia Llovo, la previsión es que en unos días el alcalde firme su nombramiento como edil de Cultura. Luego se reunirá con González para ponerse al día de los asuntos del departamento.

Llovo se quedará en su despacho de Ravella, descartando así instalarse en el de la Concejalía de Cultura. No obstante, el personal de Cultura continuará en el Auditorio, a donde la concejala acudirá varios días a la semana. Es decir, que se repartirá entre ambos edificios para poder compaginar los ámbitos de Educación y Cultura. La edil se siente "muy orgullosa" con este nuevo voto de confianza por parte del alcalde al encomendarle una nueva responsabilidad.