El Kursaal era a principios del siglo XX uno de los salones de variedades más populares de Madrid, y una parada asidua de intelectuales, artistas y bohemios, como el pintor Julio Romero de Torres o el escritor vilanovés Ramón María del Valle Inclán. Una de las estrellas del local era por aquel entonces una joven bailarina andaluza llamada Anita Delgado. Esta mujer y el maharajá de Kapurthala (India), Jagatjit Singh, protagonizaron en 1908 una de las bodas más lujosas y espectaculares del siglo pasado, recreada recientemente por el escritor Javier Moro en una exitosa novela, "Pasión india". Y en esa boda Valle-Inclán actuó como un casamentero, pasando por encima incluso de la voluntad de Anita Delgado.

El grupo de teatro Valle Innova, dependiente de la Fundación Valle Inclán, recreó ayer por la noche en Vilanova este episodio histórico. Y lo hizo con la representación de la boda junto a la estación marítima, con un cortejo que partió de la Casa do Mar. La directora del grupo, Fátima Rey explica que el objetivo era ensayar un género teatral distinto -y alejado del esperpento habitual de Valle-, al tiempo que sacaban a la luz una historia muy conocida de principios del siglo XX en la que participó Ramón del Valle Inclán.

El marajá acudió a Madrid en 1906 para asistir como invitado a la boda del rey de España Alfonso XIII, y en esa visita pasó por el Kursaal, donde conoció a Anita Delgado, quedando enamorado de ella. Empezó a rondarla, pero ni la mujer ni sus padres veían con buenos ojos la relación.

"Valle Inclán y sus amigos, en cambio, decían que había que hacer todo lo posible para que Anita y sus padres cambiasen de idea, porque pensaban que sería muy importante para España", relata Fátima Rey. La directora del grupo de teatro añade que cuando el maharajá volvió a India empezó a mandarle cartas a Delgado, y que después de haber recibido varias ésta le contestó, con una escueta misiva de apenas dos frases, y con varias faltas de ortografía, en la que solo deseaba buena salud a su pretendiente. Dejó la carta a uno de los amigos de Valle Inclán, para que se la tradujese, y al leerla, el escritor arousano decidió que aquello no podía enviarse "porque dejaría en muy mal lugar a España". Pero no solo corrigió la ortografía; también la adornó con su literatura y la convirtió en una confesión de amor de Anita Delgado al príncipe indio. La boda fue en 1908. En la representación de ayer actuaron 13 actores.