Además de los dos agentes de la Guardia Civil, en la operación, desarrollada en O Salnés, fueron detenidas varias personas más, cuyo número no ha trascendido y que estarían vinculados con el narcotráfico.

Tras el registro de la vivienda en O Grove, ya de madrugada, varios agentes de la Guardia Civil se trasladaron a una casa en la zona de San Miguel de Deiro, en el linde con el municipio de Vilanova con Cambados y a los pies de la PO-549. Allí estuvieron durante varias horas en el interior de una vivienda y de un almacén, aunque no trascendió la identidad del propietario de ambos inmuebles ni lo localizado en ellos.

Ya a pleno día, varios vehículos camuflados de la Guardia Civil fueron vistos ante la vivienda de un vecino de A Torre (Vilagarcía) detenido ya en otras ocasiones como supuesto autor de delitos contra la salud pública. La presencia de los Guardias Civiles tampoco pasó desapercibida en la zona de As Sinas (Vilanova de Arousa). A este respecto, las fuentes de la investigación permanecen herméticas al continuar esta todavía abierta y pendiente de más detenciones que podrían registrarse en las próximas horas.

De confirmarse que los agentes vendían al mejor postor la información que sustraían de los ordenadores de la ECO Galicia, las pérdidas de dinero público invertido en investigaciones podrían haber sido millonarias.

El tren de vida de Diego F. C. fue el que motivó el inicio de la investigación, sobre todo por los vehículos de alta gama que acostumbraba a conducir y los constantes viajes de vacaciones con su pareja, con la que recientemente estuvo en Tenerife, Suiza y tenía previsto desplazarse hasta Tailandia en las próximas semanas.

Un simple dato del tren de vida que llevaba el agente de la Guardia Civil es que en los registros se encontró un centenar de zapatillas deportivas cuyo valor alcanzaría varios miles de euros.