La llegada del calor propicia la aparición de los primeros incendios forestales, pero aún a estas alturas de la primavera la mayoría de ayuntamientos de la comarca desconocen sí podrán disponer de la brigada de prevención y extinción que cofinancia la Xunta de Galicia.

Uno de los requisitos que pide la Consellería do Medio Rural es que los concellos sean titulares de al menos cinco hectáreas de terreno forestal, y esta condición no se cumple en prácticamente ningún municipio de O Salnés. De ahí que los alcaldes hayan dado instrucciones a sus técnicos para que hurguen en los inventarios en busca de todas las parcelas de monte, por pequeñas que sean, o hayan pedido a la Xunta que se incluyan los caminos y cunetas en las cinco hectáreas.

Meis, que es el ayuntamiento con mayor masa forestal de la comarca, no cumple con el requisito de los 50.000 metros cuadrados-la mayor parte del monte pertenece a las comunidades de vecinos- por lo que ya ni se plantean acogerse al plan de la Xunta. Cambados sí está muy interesado en contar con una brigada, y se ha mandado un escrito a Santiago pidiendo que se tengan en cuenta los caminos. A Illa tampoco tiene masa forestal pública suficiente, y la alcaldesa de Meaño, Lourdes Ucha, reconoce que "todavía no hemos decidido si pediremos la brigada o no, y la principal traba con que nos encontramos es la de las cinco hectáreas".

En el caso de Vilanova, tampoco cuentan con las cinco hectáreas -salvo que finalmente sí se cuenten los caminos-, pero pedirán la subvención "porque es un servicio que ya estamos prestando", en palabras del alcalde, Gonzalo Durán. De hecho, los voluntarios de Protección Civil de Vilanova compraron su propio camión motobomba y en lo que va de año ya han apagado incendios no solo en su término municipal, sino también en A Illa, Cambados o Catoira.

Antiguamente, la Xunta de Galicia subvencionaba en gran parte la creación de brigadas forestales, que operaban en los ayuntamientos durante los meses de verano. En los últimos años estos equipos desaparecieron, y los trabajos fueron encomendados a las brigadas autonómicas, repartidas por distritos forestales. Este año, sin embargo, la Consellería do Medio Rural optó por volver al sistema de los grupos municipales, aunque ha puesto unas condiciones que no todos los concellos podrán cumplir.

Los concellos recibieron un borrador de la orden en abril, y otra propuesta la semana pasada, pero siguen teniendo muchas dudas. Además, se les pide una participación económica mayor que en la década pasada, cuando funcionaban las cuadrillas. Así, tienen que pagar el 25 por ciento de los salarios, disponer de los equipos y vehículos de extinción, y pagar los cursos de formación del personal y los seguros.

Una situación de incertidumbre que se produce ya en pleno mes de junio y cuando ya se han declarado los primeros incendios forestales. El domingo ardieron 2.500 metros en A Illa, y ayer por la tarde se declaró uno en Ribadumia que obligó a movilizar un helicóptero.