Ninguna de las seis mociones debatidas ayer en el pleno salió adelante al contar con el rechazo de los concejales del gobierno. Fue una propuesta de urgencia presentada por el BNG relativa al mantenimiento de las escuelas unitarias que la Xunta quiere cerrar el próximo curso en Vilagarcía la que al final de la sesión logró el consenso de la corporación. La presencia de los padres del centro educativo de Pedroso (Bamio) solicitando el apoyo de los políticos municipales fue clave para lograr que el Ejecutivo local se comprometiese a mediar ante la Xunta.

Y es que en un principio, a la hora de votar la urgencia del asunto, el alcalde propuso tratar tanto esta moción como la de la regularización de la flota artesanal del PSOE en una junta de portavoces la próxima semana. La insistencia de la oposición y sobre todo de los padres allí presentes hicieron recapacitar para que PP e IVIL votasen a favor.

La concejala de Educación y portavoz del gobierno, Rocío Llovo, aclaró a los padres que el Concello carece de competencias para evitar el cierre. No obstante, los padres lo que pedían era el respaldo y la mediación de la Administración municipal en esta problemática que obligará a doce niños (seis de Pedroso y otros tantos de Solobeira) a cambiar de centro."Yo transmitiré a la Xunta lo que ustedes me digan, podemos mediar y echaros una mano, pero no evitar el cierre", dijo Llovo a los padres.

El alcalde añadió que no quiere "vender humo" y crear falsas esperanzas a las familias. Llegó a culpar a la oposición de que mociones como esta "se hacen para generar conflicto, para provocar muchas veces un no apoyo".

El de ayer fue el primer contacto de los padres de la unitaria de Pedroso con el gobierno. Para profundizar en el tema, la edil de Educación invitó a las familias a una reunión este mismo lunes.

Los afectados han iniciado una recogida de firmas para entregar tanto en el Concello como en la Consellería de Educación. Aparte de la entrevista con Llovo, también solicitan otra con el departamento autonómico.